No necesitas la aprobación de los demás...

Sé dueño de ti mismo. Confía en quién eres y de dónde vienes.

Puede que seas diferente a los demás, pero eso no significa que seas menos que ellos. Cuando te comparas con los demás, les permites que sean ellos quienes dirijan tu comportamiento. Empiezas a concentrar tu energía en derribarlos en lugar de levantarte.

Cree en lo que eres capaz de hacer. No tienes que preocuparte por satisfacer las expectativas de los demás.

Sus expectativas están determinadas por sus experiencias personales, que en realidad nada tienen que ver contigo. Esas expectativas pueden ser adecuadas para tu vida o no.

Te limitarás, si siempre te preocupas de si estás haciendo algo que pueda conducir a la pérdida de aprobación de los demás.

Publicado originalmente en Inglés por “Your Daily Motivation”
Adaptado al español por Andrés Bermea