“A veces en el camino hacia un sueño te
pierdes y encuentras uno mejor”… y yo pienso que algo así le pasó a Scott
Neeson, que cuando tenía todo, como seguridad, riqueza y bienestar, dejó todo
para ir a vivir a Camboya y ayudar a cientos de niños y sus familias sin hogar,
viviendo en pobreza extrema, y ahí encontró una vida nueva y mucho más feliz.
Déjame compartirte la historia de este gran ser humano…
Graciela Sepúlveda
Scott
Neeson nació el 23 de marzo de 1959 en Edinburgh, Escocia, cuando tenía 5 años
su familia se mudó a Elizabeth, en el sur de Australia.
Scott
nunca imaginó mucho futuro para él pues creció en un vecindario de clase
trabajadora, donde su padre trabajaba para el Departamento de Defensa y su
madre como una ayudante de limpieza, era
un niño frágil, infeliz en el hogar y en la escuela.
"Muchos de los profesores me decían
que sería un desempleado, que siempre viviría de la beneficencia social”, dice Scott.
Abandonó
la escuela en la preparatoria y encontró trabajo entregando carteles de
películas a los cines, su trabajo lo llevó después a ser proyeccionista y luego
asistente del director de la programación del cine, consiguiendo finalmente el
cargo de director ejecutivo de la distribuidora de cine australiano que más
tarde se fusionó con Sony. En 1993 fue vicepresidente de marketing
internacional para Fox y se trasladó a Estados Unidos, específicamente a Los
Ángeles, California, donde se convirtió nada menos que en el presidente de la 20th Century Fox, y este era el niño que
iba a vivir de la asistencia social.
Un
compañero de trabajo comenta sobre Scott que siempre fue una fuerza impulsora
importante y que estaba muy motivado para tener éxito.
Cindy Crawford |
Y
junto con el éxito llegaron grandes beneficios de lujo. "Cindy Crawford vivía a dos puertas de mí", dice, riendo.
“Para alguien a quien le habían dicho una
y otra vez que nunca llegaría a nada, ganar un millón de dólares y tener este
gran estilo de vida era algo que nunca había soñado."
En
el 2003, Scott dejó la Fox para asumir un nuevo rol en Sony Pictures Entertainment. Fue en medio de estos dos trabajos que
Scott tomó un tiempo para vacacionar y viajar por el sudeste de Asia, en donde
visitó el basurero tóxico Steung Meanchey
en Phnom Penh, Camboya, esto cambió totalmente su vida. Steung Meanchey era el hogar y lugar de trabajo de varios cientos
de niños y niñas de los más pobres y abandonados de la región. El Banco Mundial
afirma que un 35% de la población de Camboya, de unos 14 millones, subsiste con
menos de $ 0.50 USD por día, sin embargo, un adulto que pasa 12 horas al día
hurgando a través de este mar de desechos puede ganar hasta $ 2.50 USD, muchos
de los trabajadores van a laborar a Steung
Meanchey para escapar de la aplastante pobreza y la desnutrición que se
encuentra en varias áreas de zonas rurales de Camboya. Su nueva “riqueza” la pagan con un precio muy
alto, ya que se ven obligados a respirar el aire contaminado por el pesado
arder constante que generan subproductos tóxicos de los montones de basura en
llamas.
Cuando
Scott hizo su segundo viaje a Phnom Penh y estaba tratando de ayudar a tres
niños enfermos, recibió una llamada a su celular, era un agente cuyo cliente,
una gran estrella de cine, estaba teniendo una crisis antes de abordar su avión
privado porque no estaba bien surtido con todas las comodidades y
características que había pedido. “Mi
vida se supone que no iba a ser tan difícil” se quejaba el actor, mientras
al otro lado del teléfono Scott estaba con los niños muy enfermos escuchando
los gritos del mentado actor, esta fue la señal que Scott Neeson necesitaba
para decidirse a cambiar su vida.
Vendió
su mansión, su yate, su Porsche, etc. y se fue a vivir a Camboya donde fundó la
“Fundación de los Niños de Camboya”.
La meta inicial de Scott era manejar las necesidades de 45 niños que conoció en
el basurero tóxico del Steung Meanchey.
Hoy la Fundación sirve a más de 1,800 niños con seis instalaciones en Phnom
Penh. También hay una clínica médica gratuita para las familias y programas de
vivienda, de cuidado materno, de agua limpia y de ayuda para los abuelos.
Hay
una escuela, también una guardería y cuando los niños terminan su educación
básica los ayudan a enfocarse en su futuro y su carrera con el programa de
entrenamiento vocacional.
Scott
habla sobre el significado de la vida, pues ve que muchas personas ven el éxito
como el tener casas caras, coches y otras cosas materiales, además, amigos
influyentes. Estos son los objetivos que muchas personas se esfuerzan por
obtener, y no está mal. Sin embargo, como uno de los productores de cine más
importantes de Hollywood (supervisó filmes como 'Braveheart,' 'Titanic,' 'Star
Wars' y 'X-men'), Scott experimentó la fama, la fortuna y el éxito, pero
todavía tenía una sensación de vacío en su alma. Se preguntaba, "¿Por qué todavía no me siento feliz
cuando estoy en este gran momento de mi carrera?"
Visitar
el basurero tóxico de Phnom Penh fue la respuesta a lo que estaba buscando.
"Es el deseo de saber por qué
estamos aquí y lo qué se supone debemos hacer con nuestras vidas", dice Scott.
Scott
encontró la plenitud espiritual con la decisión de trasladarse a Camboya y
establecer la Fundación.
La Fundación de los Niños de Camboya ha recibido cobertura mediática en todo el mundo
debido al cambio tan drástico que tuvo Scott al pasar de vivir en Hollywood, a
vivir en un basurero en Camboya. Él todavía está cerca de muchos de sus
antiguos compañeros, que son productores y actores de Hollywood, en Estados
Unidos. Uno de ellos es Tony Robbins, un autor de éxito, orador motivacional, y
asesor de líderes de todo el mundo, entre ellos Nelson Mandela, Mikhail
Gorbachev, Margaret Thatcher, Francois Mitterrand, la princesa Diana, la madre
Teresa, y tres presidentes de Estados Unidos, incluyendo a Bill Clinton.
Cada
verano Tony Robbins tiene un seminario llamado “Cumbre Global de Liderazgo Juvenil” en San Diego, California,
Estados Unidos, y Tony invita a 10 jóvenes camboyanos a asistir cada año. Los
jóvenes seleccionados deben ser capaces de hablar inglés y demostrar cualidades
de liderazgo, ya que serán los futuros líderes de Camboya. Scott también
aprovecha esta visita a Estados Unidos para recaudar fondos para la Fundación
mediante la celebración de eventos de caridad en California y Nueva York. La
Fundación está financiada por donantes privados y cuenta con una base de datos de
más de 10,000 personas.
Estos
días Scott Neeson (quien ha vivido en Camboya durante los últimos 12 años)
sigue teniendo esa fuerza impulsora que lo caracterizaba en su trabajo, sólo
que ahora en cosas diferentes. Comienza a trabajar en la madrugada con una taza
de café de su cafetera exprés - su único lujo - y deja el país sólo para viajes
de recaudación de fondos. Utiliza sus formidables habilidades de negociación
para persuadir a los padres desesperados y hambrientos a matricular a sus hijos
en su escuela, o llevar a su bebé enfermo a su clínica.
"Supongo que me identifico con los
niños que nunca creerían que podían hacer algo con sus vidas", dice. "Han
pasado por muchas cosas, pero son sumamente enérgicos y alegres. Tengo más amor
en mi vida de lo que nunca pensé que existía. Mi temor es lo que me hubiera
pasado si todavía estuviera viviendo una
vida centrada solo en mí”.
Una de las cosas de la que Scott está
muy orgulloso es de que de sus 200 estudiantes iniciales, 130 se encuentran
ahora en la universidad y están asumiendo la responsabilidad de muchos de los
problemas de la comunidad. “Están combinando la educación de alto nivel con
líderes de la comunidad. El mundo tiene un excedente de personas con estudios
superiores que no están retribuyendo y están centrados en simplemente tener
éxito en los negocios o en sus carreras, si vamos a cambiar el mundo de manera
significativa, entonces tenemos que enfocarnos no sólo en la educación, sino en
la responsabilidad comunitaria, retribuyendo a la sociedad y considerando la
importancia que tiene la familia” dice Scott.
Srey Nich, la primera niña que Scott
conoció en el basurero, estudió en la escuela de la Fundación y ahora ya tiene
18 años y está haciendo planes para ir a la universidad el próximo año, Scott
mejoró la vida de Srey, pero Srey mejoró muchísimo más la vida de Scott, dándole un sentido a la
misma, ahora muchos niños de Camboya tienen un futuro.
Cada uno de nosotros tenemos el poder
para lograr cambios significativos, buenos o malos, si optamos por usar ese
poder, y depende con qué propósito, eso definirá nuestro legado.
Les
dejo la página de la fundación de Scott Neeson para que la visiten y conozcan
más de su obra https://www.cambodianchildrensfund.org/
La paz y la alegría son frutos de ese
servicio a los demás.