domingo, 8 de enero de 2017

Algo por lo que vale la pena morir / Something Worth Dying For

Tenemos una historia que contarte…
We have a story to tell...
(Please read this story below the Spanish version)


Algo por lo que vale la pena morir

Al acercarse la Semana de San Valentín, mi mente recordó a Nell y Jim Hamm, que en 2007 celebraron su 50 aniversario de bodas. Un mes antes de esta hazaña, la pareja decidió hacer una caminata en el Parque Estatal Prairie Creek Redwoods situado en el norte de California. Allí, en esta caminata, pocos días antes de su 50 aniversario de bodas, Jim fue atacado por un león de la montaña de más de 90 kilos y 2.40 m. de largo.

Este león saltó de la nada, clavando a Jim en el suelo. Nell, de 65 años, ni siquiera oyó al animal. Volteó para encontrar a Jim, de 70 años, debajo del león con la cabeza parcialmente en la boca del animal. "Él no gritó," Dijo Nell más tarde. "Fue una diferente y horrible súplica de ayuda".

Los siguientes minutos fueron una lucha por la vida. Todo lo importante para la pareja pasó destellante ante sus ojos. Era el dolor y la sangre y el sudor, pero sobre todo, el amor. Nell podía haber corrido. Pudo ir en busca de ayuda, pero no lo hizo. Allí, delante de ella estaba lo más importante en su vida, algo por lo que valía la pena morir.

Con esto en mente, ella reaccionó, agarrando un tronco y comenzó a golpear al animal. Como eso no funcionó, tomó un bolígrafo del bolsillo de Jim y trató de clavarlo en uno de los ojos del león montañés. Ella golpeó hasta que la pluma se dobló y quedó inservible, entonces cogió el tronco nuevamente y golpeó. Golpeó y golpeó.

Funcionó, el león finalmente se echó para atrás. Miró a Nell por última vez y desapareció entre el follaje. Nell tenía miedo de dejar a su marido sangrando y aturdido. Ella fue capaz de moverlo cerca de un cuarto de milla a un sendero donde lo cubrió con ramas, para protegerlo contra otro ataque y esperó por ayuda.

"Ella le salvó la vida, no hay duda de eso", dijo un portavoz del Departamento de Pesca y Caza. Cuando se le preguntó si era una heroína, Nell negó con la cabeza. "Uno escucha comentarios sobre los héroe. No fue eso. Nos amamos mucho".

En ese momento, Nell encontró algo en su vida por lo que valía la pena morir, por lo que estuvo dispuesta a enfrentarse cara a cara con un animal poderoso y arriesgar su propia existencia por su esposo y por su vida de pareja. Y algunos dan sus sus vidas por fines poderosos y positivos, algunos de estos propósitos son salvar a otro, por nuestra libertad, por un niño. Pero dar la vida para la mayoría de nosotros no significa literalmente  luchar contra leones montañeses para salvar a un ser querido. Más bien, morir podría significar enfrentar nuestros miedos y ansiedades para ayudar a quien amamos. Morir podría significar hacer algo que no nos gusta, porque a él o ella le gusta. O morir podría ser simplemente mordernos la lengua en lugar de hablar y herir los sentimientos del otro.

El Dr. Martin Luther King Jr. lo pudo decir mejor "Nuestras vidas empiezan a terminar el día que guardamos silencio sobre las cosas que importan." Muere hoy un poco por algo poderoso y positivo por lo que vale la pena morir, de estas maneras salvas tu vida y la de otro a lo largo del camino. ¡Feliz semana del amor y la amistad!

Matt Forck, CSP y JLW

Matt Forck es un orador, escritor y columnista. Matt y su familia residen en Columbia MO. En los Estados Unidos. Echa un vistazo a los libros de motivación de Matt: http://www.thesafetysoul.org/Matt%20Forck%20Safety%20Speaker%20Review%20Books.htm.

Y, póngase en contacto con Matt a través de la web, www.thesafetysoul.org.

Publicada originalmente en Internet en Insight Of The Day de Bob Proctor


Here the English version…


Something Worth Dying For

As Valentine's week draws to a close, my mind wanders to Nell and Jim Hamm, who in 2007 celebrated their 50th wedding anniversary. A month before this milestone the couple decided to take a hike in Prairie Creek Redwoods State Park situated in Northern California. There, on this walk, just days before their 50th wedding anniversary, Jim was attacked by a 200 pound, eight foot long mountain lion.

This lion, pouncing seemingly from the sky, pinned Jim to the ground. Nell, age 65, didn't even hear the animal. She turned to find Jim, 70 years young, underneath the lion with his head partially in the animal's mouth. "He didn't scream," Nell later said. "It was a different, horrible plea for help."

The next few minutes were a fight for life. It was seeing everything important to the couple flashing before their eyes. It was pain and blood and sweat but most of all, love. Nell could have run. She could have gone for help, but she didn't. There, before her was the most important thing in her life, something worth dying for.

With that in mind she reacted, grabbing a log and begun beating the animal. When that didn't work, she took a pen from Jim's pocket and tried to stab one of the eyes of the mountain lion. She poked until the pen was bent and unusable. Then she picked up the log again and beat. She beat and beat.

It worked, the lion finally backed off. He looked at Nell one last time and disappeared into the foliage. Nell was afraid to leave her bleeding and dazed husband. She was able to move him about a quarter of a mile to a trail head where she covered him with branches, to protect against another attack then waited for help.

"She saved his life, there's no doubt about that" said a spokesman for the Department of Fish and Game. When asked if she was a hero however, Nell shook her head no. "You hear remarks of hero. It wasn't that. We love each other very much."

In that moment, Nell found one thing in her life worth dying for, she was willing to go toe to toe with a powerful animal and risk her own life for her husband and for their life together. And some do lay down their lives for powerful and positive purposes; some of these purposes are saving another, for our freedom, for a child. But dying for most of us isn't about literally wrestling mountain lions to free a loved one. Instead, dying might be confronting our fears and anxieties to help our loved one. Dying might be doing something we don't like, because he/she does. Or, dying might simply be biting our tongue instead of speaking out and hurting another's feelings.

Dr. Martin Luther King Jr. may have said it best, "Our lives begin to end the day we become silent about things that matter." Die a little today for something powerful and positive that is worth dying for, and in so doing save your life and another's along the way. Happy Valentine's week!

Matt Forck, CSP & JLW

Matt Forck is a keynote speaker, author and columnist. Matt and his family reside in Columbia MO. Check out Matt's motivational books, Check Up From the Neck Up-101 Ways to Get Your Head in the Game of Life and Gutsy - - Go Until Time Stops You! by clicking this link; http://www.thesafetysoul.org/Matt%20Forck%20Safety%20Speaker%20Review%20Books.htm.
And, contact Matt through the web, www.thesafetysoul.org.


Originally published on Insight Of The Day  from Bob Proctor