Emmanuel Ofosu Yeboah
el deportista más inspirador del año
Compilado por Graciela Sepúlveda
Cargando con su pierna derecha inservible, abandonado por su padre, huérfano por la muerte de su madre, viviendo en un país donde las deformidades físicas tradicionalmente han sido consideradas una maldición, todo indicaba que Emmanuel Ofosu Yeboah estaba perdido y no tenía futuro, pues fíjense que no, no fue así, no sólo salió adelante, sino que ha ayudado a cerca de dos millones de discapacitados en Ghana, les comparto la historia de este gran ser humano…
Cargando con su pierna derecha inservible, abandonado por su padre, huérfano por la muerte de su madre, viviendo en un país donde las deformidades físicas tradicionalmente han sido consideradas una maldición, todo indicaba que Emmanuel Ofosu Yeboah estaba perdido y no tenía futuro, pues fíjense que no, no fue así, no sólo salió adelante, sino que ha ayudado a cerca de dos millones de discapacitados en Ghana, les comparto la historia de este gran ser humano…
Emmanuel Ofosu Yeboah nació en una zona rural de Ghana, África en 1977, con una pierna sin la tibia derecha o hueso de la espinilla. Su pie colgaba inútilmente del muñón de su pierna. En su país, cuando nacía un niño con alguna deformidad, la gente pensaba que era porque su mamá había pecado, así que su papá los abandonó poco después del nacimiento y amigos y familiares le pedían a su mamá que lo abandonara en el bosque para que muriera ahí. Afortunadamente su mamá, con un profundo sentido de la dignidad humana, no les hizo caso y se dedicó a fomentar en su hijo la idea que de podía ir a la escuela y llegar a ser un gran hombre.
Afortunadamente Emmanuel tuvo acceso a la educación pública gratuita. Su mamá lo cargaba todos los días dos millas hasta la escuela, cuando ya fue mayor se iba brincando en su pierna sana. Como era el único discapacitado ahí, se burlaban de él y claro que lo dejaban fuera de los deportes.
Cuando tenía 13 años su madre enfermó y Emmanuel, contra los deseos de su mamá, dejó la escuela y se fue a Accra, capital de Ghana, para ganar algo de dinero. Aunque los discapacitados se dedicaban a pedir limosna, Emmanuel prefirió trabajar, fabricó una caja para bolear zapatos y con ella ganaba $2 al día. La víspera de la navidad de 1997, cuando Emmanuel estaba de visita con su mamá, ella murió, sin embargo, antes de morir, le dijo: “No dejes que nadie te desanime a causa de tu discapacidad”. Para Emmanuel fue el mejor regalo que pudo recibir, y se propuso mostrarles a todos que las personas con discapacidades físicas pueden hacer algo.
Después de la muerte de su madre Emmanuel volvió a Accra a seguir trabajando y fue testigo de la desesperación resignada de las personas con discapacidad a su alrededor. De pronto, una idea llegó a él. Decidió empezar a recorrer Ghana en bicicleta para crear conciencia sobre la difícil situación de las personas con discapacidad. El comenta: "Quería que la gente supiera que si tienes una discapacidad en la pierna, no eres una persona con discapacidad en la mente". Ahora… a conseguir la bicicleta.
Un médico le había platicado a Emmanuel sobre la CAF (Challenged Athletes Foundation), una organización que apoya a los atletas con discapacidad con sede en California. Emmanuel escribió la primera carta de toda su vida, explicándoles su idea y pidiendo una bicicleta. Bob Babbit, fundador de la CAF, quedó tan impresionado con la visión de Emmanuel que no sólo le envío una bicicleta de montaña nueva, sino también todo el equipo necesario y $1,000 dólares.
Meses después de recibir la bicicleta, Emmanuel iba y venía para obtener apoyo del gobierno. Después de mucho tratar, el rey lo recibió y lo apoyó.
En 2001 Emmanuel comenzó su viaje, tenía 24 años. Durante varios meses recorrió 600 millas a través de Ghana, con una camisa de color rojo brillante con la leyenda "El Pozo", que era el argot ghanés para una persona con discapacidad. En el camino se detenía para reunirse con los aldeanos, hablar con los niños con discapacidad, y dar discursos a dignatarios, líderes religiosos, y los siempre presentes medios de comunicación. No tenía miedo de hablar en contra de la política del gobierno sobre las personas con discapacidad, y cortésmente y reiteradamente pedía que a las personas con discapacidad se les tratara con el mismo respeto que a las personas sanas. Como resultado, Emmanuel se convirtió en una celebridad en Ghana.
Funcionarios de la CAF siguieron de cerca el viaje de Emmanuel y después de terminar, lo invitaron a California para participar en el Triatlón Reto 2002, principal recaudador de fondos de la CAF. A Emmanuel le llevó siete horas completar la etapa de ciclismo de 56 millas del evento, al final de la carrera comentó todo cansado: “No sabía que San Diego fuera tan montañoso”.
Estando en California lo examinaron médicos del Centro Ortopédico y de Rehabilitación de la Universidad Loma Linda y determinaron que era un buen candidato para una prótesis de pierna, le preguntaron si le gustaría someterse a una amputación para instalarle la prótesis, aceptó la oferta pensando que tal vez algún día podría correr, andar en bicicleta con dos piernas e incluso usar pantalones como tantos otros deportistas con prótesis que había conocido.
La operación se llevó a cabo en abril del 2003 sin ningún costo, el cual hubiera sido de muchos miles de dólares, además los empleados del hospital cooperaron para que pudiera pagar sus gastos durante su estancia en Estados Unidos.
La operación fue todo un éxito y Emmanuel no solo pudo ponerse pantalones y un par de zapatos por primera vez en su vida, sino que seis semanas después de la operación, regresó a San Diego a competir nuevamente en el triatlón de la CAF, esta ocasión hizo tres horas menos, terminando el evento en cuatro horas. Rápidamente se adaptó a una vida sin muletas y empezó a correr y jugar futbol. Para cerrar con broche de oro el 2003, en diciembre se casó y cuando tuvieron una hija le pusieron Linda por el hospital que le había dado a Emmanuel una nueva vida. Ese año también la CAF lo nombró el deportista más inspirador del año y la compañía Nike le otorgó el premio Martin Casey en honor a un atleta que ha superado desafíos físicos, mentales, sociales o culturales para sobresalir en su deporte. Esos premios sumaban $ 50,000 dólares con los que creó la “Emmanuel Education Fun” en Ghana, cuya meta era asegurar que los niños con discapacidades recibieran educación, atención médica adecuada y que pudieran practicar el deporte que quisieran. También distribuyó cientos de sillas de ruedas a sus compatriotas que no conocían otra forma de moverse más que arrastrándose.
En el 2005 dos hermanas cineastas compartieron con el mundo el documental “Emmanuel’s Gift” con escenas en Ghana, California, Oregon y Nueva York donde ellas iban siguiendo los pasos de Emmanuel, sus logros, sus hazañas y muchas anécdotas de este gran hombre, fue narrado por Oprah Winfrey.
Es increíble como un sólo hombre logró cambiar toda una tradición y creencia en su país, haciendo que la gente “normal” entendiera que los discapacitados son tan normales como ellos, y hacerles creer a los discapacitados en ellos mismos, que se levantaran del piso y se sintieran orgullosos. Ha afectado la vida de dos millones de ghaneses que de otra manera hubieran tenido una vida triste y miserable. Y todo esto gracias a un joven que quiso llevar a cabo el deseo de su moribunda madre, trabajando, buscando, encontrando, educando, exigiendo, compitiendo, perseverando y logrando el éxito buscando el bien de los demás.
En ocasiones nuestra discapacidad no es física, puede ser meramente emocional y puede manifestarse a través del miedo. La voluntad de enfrentarlo sin excusas o pretextos y vencerlo pueda darnos la vida que siempre hemos soñado.
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