sábado, 19 de agosto de 2017

Hermano de sangre




Compilado  por Graciela Sepúlveda

Hace poco tuve la oportunidad de ver un documental llamado “Blood Brother” y saben, me impactó mucho, además de ser ganador de muchos premios en varios festivales de cine, es una película sumamente inspiradora, llena del amor y servicio de un joven que dejó su vida cómoda para darse a los demás, les comparto la semblanza de Rocky Braat…

Rocky Braat nació el 21 de diciembre de 1981, de una madre adicta a las drogas que pasaba la vida con novios abusivos, así que Rocky por un tiempo vivió en Geneva, Ohio, Estados Unidos con su abuelo. Vivió una infancia triste siendo abusado física y psicológicamente. Sus maestros lo recuerdan como un niño muy inquisitivo, que quería saber todo, preguntaba todo, era muy curioso. Hizo estudios de Diseño Gráfico y buscó un empleo en Pittsburgh, Estados Unidos. Pero Rocky estaba buscando algo más en la vida, y lo encontró en un lugar lleno de muchas dificultades.

En el 2008 Rocky se tomó unos días para viajar a India, quería tomar unas fotos increíbles y buscaba aventuras, así que viajó con un amigo. Iban de un lado a otro y la vida los llevó a Chennai, donde había un orfanatorio para niños y niñas con sida, habían elegido Chennai porque los vuelos para llegar ahí eran más baratos que hacia otros destinos en India. Rocky y su amigo estuvieron alrededor de una semana ahí, pero querían salir pronto pues no soportaban ver el sufrimiento de los niños en el orfanato, además del calor, el olor, la incomodidad y los mosquitos, reservaron su vuelo y se despidieron de los niños. Pero en el viaje en tren hacia el aeropuerto algo golpeó a Rocky, él pensó: “Yo puedo darle la espalda al sufrimiento, alejarme de él, pero los niños no” Sabía que no podía sacarlos de la situación en la que estaban viviendo, pero podía involucrarse en ella. Estos pensamientos que tuvo Rocky fueron suficientes para cancelar el vuelo y regresar al orfanato. Eso fue hace 6 años. Más adelante Rocky regresó a Estados Unidos solo para vender todas sus pertenencias y regresar a India con una maleta llena de juguetes.

El principio fue muy difícil para Rocky, pues le daba mucho asco lo relacionado con el VIH / SIDA. Sus heridas abiertas le causaban terror. Pero lo que fue un duro golpe para él fue cuando se enteró de que los niños VIH-positivos muertos en el hospital de la India estaban siendo tirados a la basura, en lugar de recibir un entierro digno. A partir de ahí empezó a notar las injusticias que sufrían los niños por el hecho de tener SIDA.

Rocky observaba que el mayor dolor no era el propio SIDA, sino lo que había pasado con sus vidas. Un niño con el VIH / SIDA era a menudo criticado por su familia, amigos, pueblo, y la sociedad, por algo que él no podía controlar. Primero sus padres morían, a continuación, sus familias extendidas no sabían qué hacer con ellos, así que los abandonaban. Todos ellos tenían una gran ansiedad por la separación pues habían sufrido muchas separaciones a lo largo de su corta vida. Esto destruía por completo su confianza y les hacía sentir que no podían tener éxito en ninguna cosa que se propusieran. Era fácil para ellos darse por vencidos. Eran llevados a un lugar sin esperanza, donde ni siquiera podían desarrollar metas. Estaban profundamente heridos. El medicamento para el SIDA tal vez los mantuviera con vida, pero era difícil querer vivir cuando no había aparentemente ninguna razón para hacerlo. De todo esto fue de lo que Rocky se dio cuenta los primeros días que compartió con ellos. Y ahora él quería estar con ellos en el papel de cuidador, figura paterna o un hermano mayor, de hecho los niños lo llaman “Rocky Anna”, una expresión de cariño que significa hermano mayor. Y empezó a centrarse en la construcción de las necesidades emocionales de los niños, igual que un miembro de la familia lo haría. Quería ayudarlos a crecer y convertirse en adultos fuertes, estables y seguros, tal vez no podría borrar su dolor o reemplazar a sus seres queridos, pero haría su mejor esfuerzo para que se sintieran amados, ahora él era su familia y la familia no te abandona.

El mejor amigo de Rocky, Steve Hoover, no entendía porque Rocky había tomado esta drástica decisión en su vida, estaba muy intrigado, así que en un esfuerzo por averiguar lo que obligó a Rocky a renunciar a todas las fuentes de estabilidad en su vida, Steve decidió rastrear la historia de Rocky, y lo siguió a la India. Ahí fue testigo de cómo Rocky y los niños soportan la enfermedad, la pobreza extrema, y la muerte. Pero, lo más extraño de todo, en medio de todos estos problemas, también vio su profunda alegría. Y llegó a entender por qué Rocky había renunciado a todo lo que tenía para experimentar la verdadera felicidad. Y Steve filmó todo y surgió el documental que les platiqué en un principio “Blood Brother”, ahí documenta el dolor, la belleza, la tristeza, la alegría, la desesperación y la esperanza que se entremezclan en las relaciones dinámicas entre Rocky y los huérfanos a los que sirve y en ella se muestra cómo una persona común y corriente puede hacer una diferencia increíble... prácticamente, sin que la gente lo note o le importe.

Rocky y Steve están utilizando el dinero generado por la película para construir centros de reinserción social para los huérfanos y para ayudarles a iniciar pequeños negocios. Los avances en la medicina han logrado que vivan más tiempo, pero se enfrentan a dificultades cuando salen del orfanato para encontrar y mantener puestos de trabajo, en el orfanato solo pueden permanecer los hombres hasta los 14 años y las mujeres hasta los 18. Rocky les ha enseñado fotografía, que podría llegar a ser una fuente de trabajo para ellos.

Rocky también ha documentado la vida que ha llevado en el orfanato haciendo un libro donde comparte muchas fotografías de los niños y de los logros que han tenido, el libro se llama “I Was Always Beautiful”.

Actualmente Rocky atiende a 40 huérfanos infectados con Sida, ha logrado construirles una casa digna, limpia, con baño y lo necesario para que vivan un poco mejor, Rocky vive en una casita junto a la de ellos, y el 3 de octubre de 2011 se casó con Nimmy, una joven hindú con sus mismos intereses y buen corazón y tienen dos hijitas Jiya y Nivi. Mucha gente enferma de la aldea acude a Rocky y siempre encuentran en él apoyo y ayuda económica para poder salir adelante de sus males, Rocky se apoya mucho en una organización sin fines de lucro llamada “LIGHT” y en las redes sociales donde pide donativos para esta gran causa.

Muchas veces en este mismo espacio hemos comentado cómo el éxito también puede ser algo muy diferente a tener dinero, fama, poder, pertenencias, y a mi parecer Rocky es una persona muy exitosa, que vive con $145 dólares al mes en una pequeña villa fuera de Chennai, sin embargo, la felicidad que ha encontrado en el servicio a los demás, el poder cuidar y guiar a niños vulnerables y rechazados, el procurarles un futuro prometedor, el acompañarlos en los momentos críticos de su enfermedad para que no la pasen solos mientras enfrentan a la muerte, el haber dado y sentido el amor incondicional, ha hecho de Rocky un ser humano pleno y seguramente las heridas de su infancia se han ido sanando junto con las heridas de sus queridos niños huérfanos.


Visita http://lightpartnership.org/ para conocer más de cómo Rocky Braat está haciendo de este un mundo mejor.

Te invitamos a ver el trailer (avance) del documental Blood Brother.


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