sábado, 20 de mayo de 2017

“¡Voila!! Ahí está Gigi!!”


Compilado por Graciela Sepúlveda
Disfruto mucho el cine, y me gustan mucho las películas de Audrey Hepburn, tan elegante, tan distinguida, con una personalidad muy carismática, sin embargo, como suele suceder, no sabemos que hay detrás de las personas, aquello qué sucedió en su infancia que pudo marcarlos para toda la vida, y como en el caso de Audrey fue su sufrimiento durante la Segunda Guerra Mundial, les comparto algo de la vida de esta extraordinaria mujer y actriz…
Audrey Kathleen Ruston nació en Ixelles, Bruselas, Bélgica el 4 de mayo de 1929, pero tenía ciudadanía inglesa por su padre, más adelante él agregaría a su nombre el apellido de su abuela materna, Hepburn, quedando Hepburn-Ruston. Entre 1935 y 1938 Audrey estudió en una academia privada y femenina en Kent, Inglaterra. En 1935 sus padres se divorciaron, y su padre, simpatizante nazi, abandonó a la familia. En 1939 se trasladó con su madre y sus dos medios hermanos  a la casa de su abuelo en Arnhem, Países Bajos. Ellos pensaban que Holanda era un lugar seguro para evitar al ejército nazi. Ahí Audrey acudió al conservatorio de Arnhem entre 1939 y 1945, donde estudió piano y ballet clásico, los cuales compaginaba con sus estudios escolares.
Durante su juventud Audrey sufrió la Segunda Guerra Mundial, primero en Bélgica y luego en Holanda, de donde era originaria su madre. Para evitar que sus orígenes ingleses se revelaran, la madre de Audrey la llamaba Edda Van Heemstra, como ella misma, y la obligó a hablar holandés. Audrey hablaba perfectamente inglés, francés, holandés e italiano, se defendía con el alemán y también un poco en español, esto le serviría mucho en un futuro en sus carreras tanto cinematográfica como humanitaria. En 1944 Audrey ya era una buena bailarina y, durante esta época, bailaba secretamente. El dinero que recaudaba lo donaba a la resistencia holandesa.
Las cosas no estaban tan mal, sin embargo, con el desembarco de las tropas aliadas en Normandía el día D, las cosas en Holanda empeoraron drásticamente. Durante el invierno de 1944 los alemanes confiscaron los alimentos y combustibles de la población holandesa. Sin comida ni calor en los hogares, la gente moría de hambre y frío en las calles. Audrey y muchos otros hacían harina a partir de tulipanes con los que podían cocinar galletas y tartas. La ciudad holandesa de Arnhem fue devastada durante el bombardeo aliado, como parte de la fallida operación Market Garden.
Audrey durante estos años notó una gran semejanza entre ella y Ana Frank, con respecto a esto comenta: «Tenía exactamente la misma edad que Ana Frank. Ambas teníamos diez años cuando empezó la guerra y quince cuando acabó. Un amigo me dio el libro de Ana en holandés en 1947. Lo leí y me destruyó. El libro tiene ese efecto sobre muchos lectores, pero yo no lo veía así, no sólo como páginas impresas; era mi vida. No sabía lo que iba a leer. No he vuelto a ser la misma, me afectó profundamente”.
Una manera con la cual Audrey se distraía y pasaba el tiempo esos días era dibujando, lo cual se convirtió en un hobby para toda su vida, algunos de sus dibujos pueden verse hoy en día en su biografía: “Audrey Hepburn, An Elegant Spirit” por Sean Hepburn Ferrer.
En 1945 el país fue liberado por las fuerzas aliadas y la Administración de las Naciones Unidas. Estas experiencias contribuyeron a que Audrey estuviera siempre al lado de UNICEF durante el resto de su vida.
Al finalizar la guerra, Audrey abandonó el conservatorio de Arnhem y se mudó a Ámsterdam donde tomó clases de ballet, en 1948 se mudó a Londres donde continuó sus estudios de ballet, sin embargo los estragos que había dejado la malnutrición de la guerra en ella eran muy evidentes y esto aunado a su altura hicieron que su maestra le dijera que tal vez no llegaría a ser una primera figura en la danza, pero gracias a su delgada y alta figura pudo introducirse en el mundo del modelaje.
En 1948 un productor de cine que acudió a un desfile de modas vio a Audrey y le ofreció un pequeño papel en la película “Dutch in Seven Lessons”, de ahí le siguieron otras seis películas y obras de teatro. Cuando estaba filmando en 1951 “Monte Carlo Baby” estaba por ahí la escritora francesa Collete quien buscaba a una actriz para llevar al teatro su novela “Gigi”, cuando vio a Audrey dijo “¡Voila!! Ahí está Gigi!!”. El 24 de noviembre de 1951, “Gigi” se estrenó en el Teatro Fulton en Broadway, y fue todo un éxito, Audrey ganó el Theatre World Award, había entrado con el pie derecho a los Estados Unidos. (Nota, la versión cinematográfica de “Gigi” fue interpretada por la actriz Leslie Caron ya que Audrey Hepburn filmaba en ese momento otros proyectos.)
En 1953 se filmó “Roman Holiday” (En México: “La Princesa que quería vivir”), los productores querían a Elizabeth Taylor en el papel principal, pero cuando el director vio la prueba de pantalla de Audrey, la eligió para el papel, y fue una excelente decisión, pues siguió con su buena racha al ganar por su actuación en esta película el Oscar de la Academia a Mejor Actriz, su primer BAFTA como Mejor Actriz inglesa en un rol estelar, el Globo de Oro como Mejor Actriz en un drama y el New York Film Critics Circle Award como Mejor Actriz.

Esta película le dio una gran popularidad y continuó su carrera cinematográfica de manera ascendente, fue nominada cuatro veces más al Oscar. A finales de los 60’s Audrey se retiró del cine para ocuparse de sus dos pequeños hijos durante unos años, después hizo solo 4 películas más, 2 en los 70’s y 2 en los 80’s siendo la última con Steven Spielberg, "Always" en 1989.
Es una de las únicas 12 personas que son un “EGOT”, lo que significa que ganó al menos uno de los cuatro grandes premios del entretenimiento: Emmy, Grammy, Oscar y Tony.

En los años 80 y 90 la principal tarea de Audrey fue la humanitaria, ayudando a los niños pobres como embajadora especial de la UNICEF, su nombramiento se realizó el 8 de marzo de 1988, y a pesar de que los funcionarios del UNICEF habrían estado contentos con que Audrey hubiera funcionado solo como mera figura decorativa, nunca fue el caso. "Desde el momento en que firmó ella iba a todos lados, se reunía con los niños enfermos y hambrientos cuyo mensaje de desesperación esperaba llevar al resto del mundo. Completamente enfocada en su labor humanitaria, levantó la conciencia de millones de personas sobre países que ni siquiera sabían que existían". Hizo más de 50 viajes en 4 años, visitando los proyectos de la UNICEF en Asia, África, y Centro y Sud America, su último viaje fue a Somalia en el otoño de 1992.

En diciembre de 1992, el presidente George Bush le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad en reconocimiento a su labor en pro de UNICEF, también su labor fue recompensada con el premio especial Jean Hersholt, póstumo, pues fue recibido por su hijo tras fallecer ella en Suiza a causa de un cáncer apendicular el 20 de enero de 1993. Tenía 63 años. Con respecto a la muerte de su mamá su hijo comenta que ella les dijo: "Si me voy, eso significa que es mi destino. Todo llega en el momento adecuado”. Y esa fue su filosofía a lo largo de su vida.

Audrey fue madre de dos niños, un hijo llamado Sean (nacido en 1960) con Mel Ferrer, y otro de nombre Luca (1970), fruto de su relación con Andrea Dotti.

Sus hijos continuaron con la labor de su madre a favor de los niños más desvalidos al crear la “Fundación para Niños Audrey Hepburn”.

Audrey Hepburn, una leyenda del cine donde ha sido clasificada como la tercera más grande leyenda de la pantalla en la historia del cine americano y se colocó en el Salón Internacional de la Fama en la lista de mejor vestidas, siendo la musa y una gran amiga del diseñador Givenchy, recibió muchos premios y reconocimientos, sin embargo siempre tuvo los pies en la tierra y predominó siempre en ella el buscar el bien para los demás, sobre todo los más desvalidos. Audrey nos deja este consejo a las mujeres que la admiramos en todo lo que representa: “Para hermosos ojos, busca lo bueno en los demás; para labios hermosos, habla sólo palabras de bondad; para una figura delgada comparte tu comida con el hambriento, y para el porte, camina con el conocimiento de que nunca estás sola”. Audrey Hepburn, una mujer de éxito que supo aprovechar las oportunidades que le fue presentando la vida usándolas para su bien y el de los demás.


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