sábado, 11 de marzo de 2017

Todo se puede con GANAS…



"Determinación + Disciplina + Trabajo duro = Camino al éxito"

"Determination + Discipline + Hard Work = The Way To Success"

Jaime Escalante

Hoy tenemos el gusto de presentarles la historia de Jaime Escalante, un hombre...
Con ganas de triunfar...


Compilada por Graciela Sepúlveda

Hace unos días, limpiando unos DVD’s me encontré con una película muy motivadora “Conganas de triunfar” (Standand Deliver) sobre un gran maestro de matemáticas, y como es de la vida real decidí investigar que ha sido de él y les comparto lo que encontré…

Jaime Alfonso Escalante Gutiérrez nació en La Paz, Bolivia el 31 de diciembre de 1930. Sus papás eran maestros que trabajaban en una pequeña villa llamada Achacachi, él también fue maestro desarrollando una gran reputación por su excelencia en la enseñanza de matemáticas y física en Bolivia durante 12 años.

En 1964 emigró con la intención de ir a los Estados Unidos. Su primera parada fue en la Universidad de Puerto Rico, donde tomó clases de Ciencia y cursos de Matemáticas. De Puerto Rico pasó a California en los Estados Unidos, y allí se encontró con que no sabía hablar inglés y sin credencial alguna que lo habilitara para la enseñanza. A pesar de las adversidades que padecía como inmigrante, se propuso vencer las desigualdades contra él y estudió por las noches en la Universidad de Pasadena: se graduó en Electrónica. Para entonces, trabajaba durante el día como cocinero en un café.

Posteriormente trabajó como técnico en una compañía de Electrónica en Pasadena.

Obtuvo una beca para asistir a la Universidad de California en Los Ángeles. Adquirió su certificado como maestro en 1974 a los 43 años de edad. Ya con su título en mano empezó a trabajar en la secundaria Garfield, en los Ángeles, California a principios de los 80, sin embargo se encontró con un panorama nada fácil, era una escuela famosa por la violencia y la drogadicción dentro de ella, además de estar muy descuidada pues sufría mucha discriminación al ser la mayoría de los alumnos latinos, los cuales eran sumamente problemáticos y que ni siquiera aspiraban a llegar a la universidad debido al ambiente que los rodeaba de falta de motivación aunado a la falta de apoyo de los padres por sus condiciones económicas o por sus paradigmas mentales.

El profesor Escalante tuvo que hacerles cambiar de actitud y les exigió fuertes sacrificios, consiguiendo su objetivo a pesar de los riesgos que esto traería a su salud, pues el mismo se sometió a un exceso de trabajo. Llegó a desafiar la dinámica mediocre de los profesores y autoridades de la secundaria Garfield, que le señalaban con cinismo que causaba falsas expectativas en los estudiantes, pues le aseguraban que iban a ser unos frustrados porque -según ellos- no alcanzarían tales metas, que eso no era para los latinos.

El profesor introdujo a los alumnos a una dinámica de disciplina, responsabilidad, entusiasmo, visión, valentía, altura de miras. Se preocupó, dialogó con ellos, no los consintió: les exigió como a un amigo, provocó en ellos la inquietud por desafiar su futuro determinado por las circunstancias, pues podía ser cambiado, diseñado mediante un cambio de actitud, una actitud humana de compromiso, por sí mismo, por su familia, por su clase social. Platicó con los padres de familia y trató de incidir en ellos el que dejaran de lado actitudes de machismo tradicional para que impulsaran a sus hijos a que se superaran. –Si todos los maestros fueran como él, otro México tendríamos-.

En un primer momento el objetivo fue logrado, los alumnos de Jaime Escalante respondieron a los estímulos y a la dinámica planteada por él, fue entonces que de álgebra básica Jaime se propuso dar el salto al cálculo. Los demás profesores y autoridades de la secundaria estallaron en ira, señalaban que era un error exigir eso a los alumnos.

El reto se hizo, los alumnos tomaron clases aún en vacaciones de verano, bajo el calor intenso en las aulas, el sudor y los números recorrían el ambiente. Se acercaba la evaluación sobre cálculo que se imparte a la red de secundarias. Sólo un porcentaje bajo de latinos que lo presentaban habían podido pasarlo (2%).

El día del examen llegó y los entusiastas muchachos lo presentaron, los resultados fueron asombrosos. Pero, ¿qué pasó? Los pocos errores que tuvieron fueron muy similares. El examen fue invalidado. Se dudó de la preparación de los alumnos y se les calificó de tramposos. Pues ¿Cómo fue posible que todos hayan pasado satisfactoriamente el examen de cálculo, y con los mismos errores? Seguramente se copiaron.

Los ánimos decayeron, las autoridades de la secundaria estaban preocupadas más por la imagen de la misma que por la credibilidad de los alumnos y del profesor. Sin embargo, por la relación de responsabilidad y cariño de los alumnos al profesor, lo llevaron con las autoridades centrales de evaluación de secundarias en cálculo. Ahí les reclamó y hasta tuvo un enfrentamiento con ellos, pero no dio resultado. El otro camino fue: presentar de nuevo el examen. Este examen fue más riguroso que el anterior. Los alumnos fueron minuciosamente observados.
Finalmente, el día ansiado de los resultados el profesor Jaime Escalante los esperó desde la secundaria, el director se comunicó por teléfono y, los resultados fueron, ¡de aprobación!

El trabajo de este extraordinario maestro nos muestra la importancia del vitalismo de los profesores, aquellos que dejan huella (y que todos hemos tenido alguna vez), los que sí enseñan a pensar, a ser guerreros en un sistema de pocas expectativas y que no se conforman con cumplir tan sólo el requisito. Jaime Escalante representa a los profesores que en vez de pedir cantidad exigen calidad. Los que en vez de exigir el memorizar una fórmula, piden su interpretación, lo que uno piensa. Son los maestros que provocan, los que despiertan del letargo en el cual los muchachos suelen vivir. Nos muestra lo importante que es en los alumnos el agregar valor a su persona.

Al año siguiente el número de estudiantes que pasó exitosamente la prueba se duplicó y así sucesivamente los siguientes años. Esto dio a conocer a este maestro a nivel nacional y se convirtió en un héroe. Su gran pasión y sobre todo su metodología didáctica atraían a otros profesores, quienes incluso viajaban desde otros estados para verlo impartir clases en Garfield.

En 1988 su vida fue narrada en el libro “Jaime Escalante: The Best Teacher in America” ; lo que resultó como base para la película “Con ganas de triunfar” (Stand and Deliver) protagonizada por Edward James Olmos, quien gracias a la película inició una gran amistad con Escalante hasta el último día de su vida.

El ánimo que Jaime Escalante mostraba en el salón de clases quedó recogido en una de sus frases: "Everything is possible with GANAS" (Todo se puede con GANAS). Sobre los padres decía que su función especial es guiar: "La primera escuela que una persona tiene es el hogar". Su fórmula para el triunfo era "Determinación + Disciplina + Trabajo duro = Camino al éxito" y también decía que  no cuentes las veces que te caíste al piso, cuenta las veces que te levantaste.
Después de la secundaria Garfield continuó en la Preparatoria Hiram Johnson en Sacramento, por 7 años. Con el fin de llegar a más muchachos impartió clases de matemáticas en la serie de televisión de PBS “Futures” siendo todo un éxito y recibiendo muchos premios. Se retiró de la docencia en los Estados Unidos en 1998 para regresar a su país natal Bolivia, donde siguió impartiendo clases. Continuamente iba y venía a Los Estados Unidos.

Durante su vida Jaime Escalante recibió muchos reconocimientos, títulos honoris causa y fue ingresado al salón de la fama de maestros, pero yo pienso que su mayor reconocimiento fue el haberle dado una vida mejor a muchos muchachos que ni se imaginaban lo que podían lograr con esfuerzo y dedicación y con GANAS.

Murió el 30 de marzo de 2010 rodeado de su esposa, hijos y nietos. Jaime Escalante, un hombre ejemplar cuya vida estuvo dedicada al desarrollo de los demás logrando el éxito con su fórmula: "Determinación + Disciplina + Trabajo duro = Camino al éxito".

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