"Determinación +
Disciplina + Trabajo duro = Camino al éxito"
"Determination + Discipline + Hard Work = The Way To Success"
Jaime Escalante
Hoy tenemos el gusto de
presentarles la historia de Jaime Escalante, un hombre...
Con ganas de triunfar...
Compilada por Graciela Sepúlveda
Hace unos días, limpiando
unos DVD’s me encontré con una película muy motivadora “Conganas de triunfar” (Standand Deliver) sobre un gran maestro de matemáticas, y como es de la vida
real decidí investigar que ha sido de él y les comparto lo que encontré…
Jaime Alfonso Escalante
Gutiérrez nació en La Paz, Bolivia el 31 de diciembre de 1930. Sus papás eran
maestros que trabajaban en una pequeña villa llamada Achacachi, él también fue
maestro desarrollando una gran reputación por su excelencia en la enseñanza de matemáticas
y física en Bolivia durante 12 años.
En 1964 emigró con la
intención de ir a los Estados Unidos. Su primera parada fue en la Universidad
de Puerto Rico, donde tomó clases de Ciencia y cursos de Matemáticas. De Puerto
Rico pasó a California en los Estados Unidos, y allí se encontró con que no
sabía hablar inglés y sin credencial alguna que lo habilitara para la
enseñanza. A pesar de las adversidades que padecía como inmigrante, se propuso
vencer las desigualdades contra él y estudió por las noches en la Universidad
de Pasadena: se graduó en Electrónica. Para entonces, trabajaba durante el día
como cocinero en un café.
Posteriormente trabajó como
técnico en una compañía de Electrónica en Pasadena.
Obtuvo una beca para asistir
a la Universidad de California en Los Ángeles. Adquirió su certificado como
maestro en 1974 a
los 43 años de edad. Ya con su título en mano empezó a trabajar en la
secundaria Garfield, en los Ángeles, California a principios de los 80, sin
embargo se encontró con un panorama nada fácil, era una escuela famosa por la
violencia y la drogadicción dentro de ella, además de estar muy descuidada pues
sufría mucha discriminación al ser la mayoría de los alumnos latinos, los
cuales eran sumamente problemáticos y que ni siquiera aspiraban a llegar a la
universidad debido al ambiente que los rodeaba de falta de motivación aunado a
la falta de apoyo de los padres por sus condiciones económicas o por sus
paradigmas mentales.
El profesor Escalante tuvo
que hacerles cambiar de actitud y les exigió fuertes sacrificios, consiguiendo
su objetivo a pesar de los riesgos que esto traería a su salud, pues el mismo
se sometió a un exceso de trabajo. Llegó a desafiar la dinámica mediocre de los
profesores y autoridades de la secundaria Garfield, que le señalaban con
cinismo que causaba falsas expectativas en los estudiantes, pues le aseguraban
que iban a ser unos frustrados porque -según ellos- no alcanzarían tales metas,
que eso no era para los latinos.
El profesor introdujo a los
alumnos a una dinámica de disciplina, responsabilidad, entusiasmo, visión,
valentía, altura de miras. Se preocupó, dialogó con ellos, no los consintió:
les exigió como a un amigo, provocó en
ellos la inquietud por desafiar su futuro determinado por las circunstancias,
pues podía ser cambiado, diseñado mediante un cambio de actitud, una
actitud humana de compromiso, por sí mismo, por su familia, por su clase
social. Platicó con los padres de familia y trató de incidir en ellos el que
dejaran de lado actitudes de machismo tradicional para que impulsaran a sus
hijos a que se superaran. –Si todos los
maestros fueran como él, otro México tendríamos-.
En un primer momento el
objetivo fue logrado, los alumnos de Jaime Escalante respondieron a los
estímulos y a la dinámica planteada por él, fue entonces que de álgebra básica
Jaime se propuso dar el salto al cálculo. Los demás profesores y autoridades de
la secundaria estallaron en ira, señalaban que era un error exigir eso a los
alumnos.
El reto se hizo, los alumnos
tomaron clases aún en vacaciones de verano, bajo el calor intenso en las aulas,
el sudor y los números recorrían el ambiente. Se acercaba la evaluación sobre
cálculo que se imparte a la red de secundarias. Sólo un porcentaje bajo de
latinos que lo presentaban habían podido pasarlo (2%).
El día del examen llegó y los
entusiastas muchachos lo presentaron, los resultados fueron asombrosos. Pero,
¿qué pasó? Los pocos errores que tuvieron fueron muy similares. El examen fue
invalidado. Se dudó de la preparación de los alumnos y se les calificó de
tramposos. Pues ¿Cómo fue posible que todos hayan pasado satisfactoriamente el
examen de cálculo, y con los mismos errores? Seguramente se copiaron.
Los ánimos decayeron, las
autoridades de la secundaria estaban preocupadas más por la imagen de la misma
que por la credibilidad de los alumnos y del profesor. Sin embargo, por la relación
de responsabilidad y cariño de los alumnos al profesor, lo llevaron con las
autoridades centrales de evaluación de secundarias en cálculo. Ahí les reclamó
y hasta tuvo un enfrentamiento con ellos, pero no dio resultado. El otro camino
fue: presentar de nuevo el examen. Este examen fue más riguroso que el
anterior. Los alumnos fueron minuciosamente observados.
Finalmente, el día ansiado de
los resultados el profesor Jaime Escalante los esperó desde la secundaria, el
director se comunicó por teléfono y, los resultados fueron, ¡de aprobación!
El trabajo de este extraordinario
maestro nos muestra la importancia del vitalismo de los profesores, aquellos
que dejan huella (y que todos hemos tenido alguna vez), los que sí enseñan a
pensar, a ser guerreros en un sistema de pocas expectativas y que no se
conforman con cumplir tan sólo el requisito. Jaime Escalante representa a los
profesores que en vez de pedir cantidad exigen calidad. Los que en vez de
exigir el memorizar una fórmula, piden su interpretación, lo que uno piensa.
Son los maestros que provocan, los que despiertan del letargo en el cual los
muchachos suelen vivir. Nos muestra lo importante que es en los alumnos el
agregar valor a su persona.
Al año siguiente el número de
estudiantes que pasó exitosamente la prueba se duplicó y así sucesivamente los
siguientes años. Esto dio a conocer a este maestro a nivel nacional y se
convirtió en un héroe. Su gran pasión y sobre todo su metodología didáctica atraían
a otros profesores, quienes incluso viajaban desde otros estados para verlo
impartir clases en Garfield.
En 1988 su vida fue narrada
en el libro “Jaime
Escalante: The Best Teacher in America” ; lo que resultó como base para
la película “Con ganas
de triunfar” (Stand
and Deliver) protagonizada por Edward James Olmos, quien gracias a la
película inició una gran amistad con Escalante hasta el último día de su vida.
El ánimo que Jaime Escalante
mostraba en el salón de clases quedó recogido en una de sus frases: "Everything is possible with GANAS"
(Todo se puede con GANAS). Sobre los padres decía que su función especial es
guiar: "La primera escuela que una persona tiene es el hogar". Su
fórmula para el triunfo era "Determinación
+ Disciplina + Trabajo duro = Camino al éxito" y también decía
que no cuentes las veces que te caíste
al piso, cuenta las veces que te levantaste.
Después de la secundaria
Garfield continuó en la Preparatoria Hiram Johnson en Sacramento, por 7 años.
Con el fin de llegar a más muchachos impartió clases de matemáticas en la serie
de televisión de PBS “Futures” siendo
todo un éxito y recibiendo muchos premios. Se retiró de la docencia en los
Estados Unidos en 1998 para regresar a su país natal Bolivia, donde siguió
impartiendo clases. Continuamente iba y venía a Los Estados Unidos.
Durante su vida Jaime
Escalante recibió muchos reconocimientos, títulos honoris causa y fue ingresado al salón de la fama de maestros, pero
yo pienso que su mayor reconocimiento fue el haberle dado una vida mejor a
muchos muchachos que ni se imaginaban lo que podían lograr con esfuerzo y
dedicación y con GANAS.
Murió el 30 de marzo de 2010
rodeado de su esposa, hijos y nietos. Jaime
Escalante, un hombre ejemplar cuya vida estuvo dedicada al desarrollo de los
demás logrando el éxito con su fórmula: "Determinación + Disciplina +
Trabajo duro = Camino al éxito".
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