Tenemos una
historia que contarte…
We have a story to tell...
(Please
read this story below the Spanish version)
Amar sin razón alguna
A través de la ventanilla del tren veía pasar los
pueblos y viñedos de la campiña italiana. Era 1942 y Sussi Penzias, una joven
judía que había huido de la Alemania nazi, viajaba sola, con la esperanza de
pasar desapercibida. Desde que había llegado a Italia tres años antes, se había
estado moviendo de un lugar a otro, viviendo con amigos y con amigos de amigos,
escondiéndose de las autoridades. Ahora estaba en camino a otra casa segura en
una nueva ciudad.
De repente, la puerta al final del vagón se abrió y
dos oficiales de policía entraron. El corazón de Sussi latía aceleradamente. Vestían
el uniforme negro de los Fascistas, la policía del gobierno. Para horror de Sussi,
los policías comenzaron a caminar por el pasillo, deteniéndose en cada fila
para examinar los documentos de cada pasajero.
Sussi sabía que tan pronto como los policías
descubrieran que no tenía papeles, sería
arrestada. Estaba aterrorizada, iba a terminar en un campo de concentración, y
se enfrentaría a un sufrimiento inimaginable y a una muerte casi segura.
Los oficiales estaban cada vez más cerca, a sólo un
par de filas de distancia. No había escapatoria. Era sólo cuestión de minutos
antes de que llegaran a su asiento. Sussi comenzó a temblar incontrolablemente,
y las lágrimas se deslizaron por sus mejillas.
El hombre sentado junto a ella notó su angustia y
cortésmente le preguntó por qué estaba llorando.
“Soy judía y no
tengo documentos", susurró ella, casi sin poder hablar.
Para su sorpresa, unos segundos más tarde, el hombre
comenzó a gritarle: "¡Idiota, no
puedo creer lo estúpida que eres! ¡Qué imbécil!"
Los policías, al oír la conmoción, dejaron lo que
estaban haciendo y se acercaron. "¿Qué
está pasando aquí?" preguntó uno de ellos. Sussi empezó a llorar aún
más fuerte.
El hombre se volvió con un gesto de disgusto a los
policías y les dijo: "Oficiales,
¡llévense a esta mujer lejos! Yo traigo mis documentos, ¡pero mi esposa ha
olvidado los suyos! Siempre se le olvida
todo. Estoy harto de ella. ¡No la quiero
volver a ver!
Los oficiales se echaron a reír, sacudiendo la cabeza
ante tal pelea matrimonial y siguieron su camino.
Con un acto desinteresado de cariño, el extraño en el
tren había salvado la vida de Sussi. Sussi nunca volvió a ver al hombre. Ni
siquiera supo su nombre.
* * * * * * *
Cuando la sobrina-nieta de Sussi, Shifra, me contó la historia,
me quedé impresionada. Me pregunté, ¿Qué
es lo que inspira a alguien a ayudar, incluso arriesgando su vida, por alguien
que no conoce? El hombre del tren no ayudó a Sussi porque ella le había preparado
un gran desayuno por la mañana o porque había recogido su ropa de la tintorería.
Él la ayudó, porque en ese momento de heroísmo fue movido por un impulso de
compasión y amor incondicional.
No estoy
hablando de Hollywood o el tipo de amor de las tarjetas de Hallmark, sino del
amor como un estado del ser, la clase de amor que no tiene límites y no pide nada
a cambio.
¿Es posible vivir en
ese estado de amor incondicional todo el tiempo?
Esa fue la pregunta que me propuse responder cuando
empecé a escribir mi libro, “Love for No Reason”
(La traducción literal sería: Amar sin
razón alguna). Y lo que he aprendí a través de mi investigación es que cada
uno de nosotros puede cultivar en el amor incondicional, la clase de amor que
no depende de ninguna persona o situación. Imagina amar a la gente, no porque
llenan tus necesidades o porque sus opiniones coinciden con las tuyas, sino
porque estás conectado a un estado de amor puro en tu interior.
Este cambio simple pero profundo crea cambios notables
en todos los ámbitos de la vida. En lugar de sentirse constantemente
hambrientos de amor, seguridad, más cosas, más reconocimientos, más de todo,
las personas que aman incondicionalmente se sienten satisfechas y completas.
Afecta la forma en que lo demuestran en cada momento. De hecho, aunque la vida
de una persona no depende de hacer este cambio, la calidad de su vida sí.
Cuando la gente vive en el amor incondicional su mundo se transforma del blanco
y negro al deslumbrante Technicolor.
Por Marci Shimoff
Adaptado de “Love for No Reason: 7 Steps to Creating a
Life of Unconditional Love” (Free Press, December 2010), que ofrece un
enfoque para experimentar un estado
duradero de amor incondicional. www.TheLoveBook.com
Publicada originalmente en Internet en Insight Of The Day de Bob Proctor
Here the English version…
Love
for No Reason
Through
the train window, she watched the villages and vineyards of the Italian
countryside go by. It was 1942 and Sussi Penzias, a young Jewish woman who'd
fled Nazi Germany, was traveling alone, hoping to remain unnoticed. Since she'd
arrived in Italy three years earlier, she'd been moving from place to place,
staying with friends and friends of friends, hiding from the authorities. Now
she was on her way to yet another safe house in a new town.
Suddenly,
the door at the end of the train car swung open and two police officers came
in. Sussi's heart beat wildly. They were wearing the black uniform of the
Fascisti, the government police. To Sussi's horror, the policemen began making
their way down the aisle, stopping at every row to examine the papers of each
passenger.
Sussi
knew that as soon as the policemen discovered she had no papers, she would be
arrested. She was terrified she'd end up in a concentration camp, and would
face unimaginable suffering and almost certain death.
The
officers were getting closer, just a few rows away. There was no escape. It was
only a matter of minutes before they would reach her seat. Sussi began to
tremble uncontrollably, and tears slid down her cheeks.
The
man sitting next to her noticed her distress and politely asked her why she was
crying.
"I'm Jewish and I have no papers," she whispered, hardly able to speak.
To
her surprise, a few seconds later the man began shouting at her, "You idiot! I can't believe how stupid
you are! What an imbecile!"
The
police officers, hearing the commotion, stopped what they were doing and came
over. "What's going on here?"
one of them asked. Sussi began crying even harder.
The
man turned a disgusted face to the policemen and said, "Officers, take this woman away! I have my papers, but my wife has
forgotten hers! She always forgets everything. I'm so sick of her. I don't ever
want to see her again!"
The
officers laughed, shaking their heads at the couple's marital spat, and moved
on.
With
a selfless act of caring, the stranger on the train had saved Sussi's life.
Sussi never saw the man again. She never even knew his name.
*
* * * *
When
Sussi's great-niece, Shifra, told me this story, I was in awe. I wondered, What
is it that inspires someone to extend himself, even risk his life, for someone
he doesn't know? The man on the train didn't help Sussi because she'd made him
a great breakfast that morning or had picked up his dry cleaning. He helped her
because in that moment of heroism he was moved by an impulse of compassion and
unconditional love.
I'm
not talking about Hollywood or Hallmark-card kind of love, but love as a state
of being-the kind of love that is limitless and doesn't ask to be returned.
Is it possible to live in that state of
unconditional love all the time?
That
was the question I set out to answer when I started writing my most recent
book, “Love for No Reason”. And what
I learned through my research is that each of us can grow in unconditional
love, the kind of love that doesn't depend on any person or situation. Imagine
loving people, not because they fill your needs or because their opinions match
your own, but because you're connected to a state of pure love within yourself.
This
simple but profound shift creates remarkable changes in every area of life.
Instead of feeling a little hungry all the time-for love, security, more stuff,
more recognition, more everything-people who are unconditionally loving feel
full and complete. It affects how they show up in every moment. In fact, though
a person's life might not depend on making this shift, the quality of his or
her life does. When people live in unconditional love their world turns from
black-and-white to dazzling Technicolor.
By
Marci
Shimoff
Adapted
from Love
for No Reason: 7 Steps to Creating a Life of Unconditional Love (Free
Press, December 2010), which offers a breakthrough approach to experiencing a
lasting state of unconditional love. www.TheLoveBook.com
Originally
published on InsightOf The Day from Bob Proctor