domingo, 22 de noviembre de 2015

El Mundo de Kellie - In Kellie's World

Tenemos una historia que contarte…
We have a story to tell...
(Please read this story below the Spanish version)


El Mundo de Kellie

Mi nombre es Kellie Bishop. Vivo en la hermosa Charlottesville, Virginia. Soy esposa una madre, una empresaria y una exploradora. He sido una agente de viajes por más de 35 años. Me gusta viajar a cualquier parte del mundo. Me encanta conocer gente nueva, visitar nuevos destinos y aprender algo nuevo cada día. Me encanta ayudar a mis clientes a planificar su viaje perfecto y hacer sus "conexiones", poniendo las piezas de su recorrido con cuidado en su lugar.

Veo posibilidades y el lado positivo de la mayoría de las situaciones. Mi querido esposo por más de 3 décadas no siempre ve el mundo desde mi óptica. Tenemos diferentes puntos de vista sobre muchas cosas, una vez respondió a mí no solicitado optimismo con, "Bueno, no todos vivimos en el mundo de Kellie!" Me reí y pensé, ¿por qué no? Esto me inspiró a analizar por qué la gente piensa de la manera que lo hace y cómo podría diferir del "El mundo de Kellie." Hago un montón de preguntas, leo todos los días y rara vez veo las noticias. Sigo buscando respuestas hasta que encuentro lo que quiero o necesito escuchar.

En 2002, comencé un viaje para el que no tenía planes y no estaba preparada. En un martes al azar, en el mes de julio, nuestra hermosa, divertida, atrevida, amorosa, hija primogénita - nuestra única hija - tuvo un accidente automovilístico fatal. Los agentes de policía nos dijeron que murió en el lugar del percance. Mi mundo y mi corazón se hicieron añicos. Yo quería que la Tierra dejara de girar.

Fui a la habitación de Brittany, me senté en el suelo y lloré desesperadas e incontrolables lágrimas desgarradoras; lágrimas llenas de dolor sabiendo que la vida nunca sería la misma. Las lágrimas de imaginar que nunca iba a abrazar a mi hija de nuevo o escuchar su risa. Sabía que nunca podría reír de nuevo.
Leí, "El duelo es una reacción física, social, emocional, psicológico y espiritual a la pérdida. Es natural, normal y necesario” No consigues superarlo. Sigues a través de él. Empecé a hacer preguntas que nunca había imaginado que tendría que hacer. La primera, miré al cielo y la pregunta fue: “¿Qué se hace con el resto de tu vida, cuando lo mejor de ella ya está detrás de ti a los 43 años?”

Nuestro hijo, Ryan, tenía 13 años en ese momento. La primera respuesta obvia era que tenía que mantener mi cordura y cuidarlo, protegerlo y amarlo a través de mi insoportable  corazón roto y la devastación que él también sentía.

Cada día cuando Ryan se iba a la escuela y mi marido se iba a trabajar, me sentaba durante horas a leer, suplicando y buscando en la sabiduría de otras personas que habían viajado este camino antes que yo. Pensé en Rose Kennedy y Anne Morrow Lindbergh. Entonces pensé en todos los padres que pierden a sus hijos en las guerras y en las tragedias diarias. Ellos sobrevivieron. Ellos me dieron la esperanza de que yo lo hiciera también. Leí escritos inspiracionales, asistí a las reuniones de Amigos Compasivos y pedí la fe que vi en otros. Seguí buscando, aprendiendo y sanando
.
Una tarde, dos años después del accidente, estaba cenando con algunas primas por parte de mi esposo. Este fue un encuentro inusual. No solemos vernos seguido. Una prima de mi marido, a quien sólo había visto un par de veces, estaba directamente enfrente de mí. Aunque todo el mundo alrededor de nosotros estaba enfrascado en su conversación, ella me miró y dulcemente dijo: "Tu ángel está siempre contigo, ¿verdad?" Le dije que pensaba que así era. Ella continuó: "Tengo un mensaje para ti. A ella le encanta lo que has hecho con su recámara". Una gran sonrisa apareció en su rostro y una sola lágrima corrió por la mía. Nada había cambiado en la habitación de Brittany... hasta esa semana. Había movido su cama y sustituido su edredón con uno brillante y nuevo. Nadie, incluyendo Beau y Ryan, sabían, ¡solo yo! Recordé que miembros de la familia me dijeron que esta prima era muy intuitiva. Nunca había prestado atención a eso. Este fue el comienzo de mi curación. ¡He recibido un mensaje del Cielo! Dicen que un corazón roto es un corazón abierto. Un corazón abierto y una mente abierta me han permitido recibir aún más mensajes, que abrieron todo un mundo nuevo para mí.

Cinco años más tarde Ryan fue a la universidad. En el día de su graduación nos anunció que iba a la escuela de derecho y se mudaría a 1,000 millas de distancia. Sentí como si mi mundo se estuviera volteando al revés de nuevo. Yo había estado uniendo los pedazos de mi corazón roto lentamente a lo largo de los años, pero esto hizo que todo se detuviera una vez más. Otro capítulo de mi vida estaba llegando a su fin sin mi preparación o consentimiento. Yo no había previsto la sensación que un nido vacío provocaría. Una vez más, me volví a las palabras de otras madres.

Tenía ganas de crecer al igual que yo sabía que Ryan lo estaría haciendo en la escuela de leyes. Elegí para enriquecer mi vida tomar clases en línea y ajustar mi perspectiva.

Mi búsqueda en los últimos años ha puesto al descubierto tantos tesoros. Uno de ellos es Insight of the Day. Conservo los correos para después poder seguir saboreando su sabiduría.

He llegado a reconocer el regalo de cada momento. He encontrado mi camino de regreso a la alegría y la felicidad. He abierto mi corazón y mi mente a la maravilla y la magia que me rodea todos los días. Abrazo cada nuevo día  con gratitud y amor. Cuando me encuentro con gente nueva y me hace la inevitable pregunta: "¿Tiene hijos", le respondo: "Sí, tengo dos niños. ¡Uno de ellos es un ángel y el otro es un abogado!"

El nombre de mi hija es Brittany Hope (Esperanza en inglés). A menudo la llamaba Hope. HOPE es para mí: “Mantener Solamente Energía Positivos y Posibilidades Felices y Optimistas Cada Día!

Te digo, Hope me trajo la fe, y la fe me da ESPERANZA

Cuando preparo los planes de viaje para alguien, quiero que a él o ella les encante. Cuando cocino, lo hago con amor o simplemente no sabe rico. Cuando escucho a un amigo, escucho con amor. “El Mundo de Kellie” es un lugar positivo, amoroso que siento en mi corazón.

"El amor en tu corazón no fue puesto allí para quedarse. ¡El amor no es amor hasta que tú lo das! "
~ Oscar Hammerstein II

No sé tú historia, sin embargo, sé que también tienes una. Todos tenemos momentos difíciles y necesitamos evidencia de que hay luz, incluso cuando no puedes verla. La gente dice, "el tiempo cura todo." Creo que lo que hacemos con ese tiempo es lo que cura. Estás aquí para un fin. Estás vivo, eres amado e importante. Por favor, ten esperanza. Si no te sientes esperanzado hoy, yo te sostendré en “El Mundo de Kellie”. Hay felicidad más adelante. ¡Continúa!

Kellie Bishop

Kellie Bishop vive en Charlottesville, Virginia con su marido y su labrador negro, Riley. Ella es consultora de viajes de tiempo completo en su propia agencia y ella misma se ha dado el título de Jefe Oficial de Posibilidades. Kellie es una ávida viajera y cree que los viajes amplían  su conciencia y compasión. Sabe que la felicidad es un trabajo interno, que la vida es un regalo y hay esperanza para todos. Ella comparte mensajes para provocar el pensamiento, el humor y la inspiración, así como algunas de las herramientas que la ayudaron a sanar y encontrar el camino de regreso a la felicidad.. Por favor, visita: www.inkelliesworld.com

Publicada originalmente en Internet en Insight Of The Day de Bob Proctor

Adaptación al Español: Graciela Sepúlveda y Andrés Bermea

Here the English version…

In Kellie's World

My name is Kellie Bishop. I live in beautiful Charlottesville, Virginia. I am a wife, a mother, a business owner and an explorer. I have been a travel agent for more than 35 years. I enjoy traveling almost anywhere in the world. I love meeting new people, visiting new destinations and learning something new everyday. I love helping my clients plan their perfect trip and make their “connections” by putting the pieces of their travel carefully in place.

I see possibilities and the bright side of most situations. My darling husband of more than 3 decades doesn’t always see the world from my point of view. We have different perspectives on many things and he once responded to my unsolicited optimism with, “Well, we don’t all live in Kellie’s World!” I laughed and thought, why not? This inspired me to look at why people think the way they do and how that might differ in “Kellie’s World.” I ask a lot of questions, read everyday and rarely watch the news. I keep searching for answers until I find what I want or need to hear.

In 2002, I began a journey for which I had not planned and was not prepared. On a random Tuesday, in the month of July, our gorgeous, funny, sassy, loving, first born child – our only daughter – was in a fatal automobile accident. Police officers told us she died on the scene. My world and my heart were shattered. I wanted the Earth to stop spinning.

I went to Brittany’s room, sat on the floor and cried desperate, uncontrollable, wrenching tears; the pain-filled tears of knowing life would never be the same. The tears of imagining that I would never hold my daughter again or hear her laughter. I knew I could never laugh again.
I read, “Grief is a physical, social, emotional, psychological and spiritual reaction to loss. It is natural, normal and necessary.” You don’t get over it. You get through it. I began asking questions I’d never imagined I would have. The first one I looked to Heaven and asked was, “What do you do with the rest of your life, when the best of it is already behind you at 43 years old?”

Our son, Ryan, was 13 at the time. The obvious first answer was that I had to keep my sanity and take care of him, protect him and love him through the excruciating heart break and devastation he, too, was feeling.

Each day when Ryan went to school and my husband left for work, I would sit for hours reading, pleading and searching for wisdom from others who had traveled this road before me. I thought of Rose Kennedy and Anne Morrow Lindbergh. Then I thought of all of the parents that were losing children in wars and tragedies daily. They survived. They gave me hope that I would too. I read inspirational writings, attended Compassionate Friends meetings and asked for the faith I saw in others. I kept searching, learning and healing.

One evening, two years after the accident, I was having dinner with some women on my husband’s side of the family. This was an unusual gathering. We didn’t often see each other. My husband’s cousin, whom I had only met a couple of times, was directly across from me. While everyone around us was engaged in conversation, she looked at me and sweetly said, “Your angel is always with you, isn’t she?” I told her I thought she was. She went on, “I have a message for you. She loves what you’ve done with her room.” A big smile came across her face and a single tear ran down mine. Nothing had changed in Brittany’s room…until that week. I had moved her bed and replaced her comforter with something bright and new. No one, including Beau and Ryan, knew that except me! I recalled that family members told me this cousin was an intuitive. I hadn’t ever given it a thought. This was the beginning of my healing. I received a message from Heaven! They say a broken heart is an open heart. An open heart and open mind have allowed me to receive even more messages, which opened a whole new world to me.

Five years later Ryan went to college. On the day of his graduation he announced that he was going on to law school and would be moving 1000 miles away. I felt as if my world was being turned upside-down again. I had been putting the pieces of my broken heart back together slowly over the years, but this made it stop once more. Another chapter of my life was coming to an end without my preparation or consent. I hadn’t anticipated the feeling an empty nest would provoke. Again, I turned to words from other mothers.

I longed to grow just as I knew Ryan would be doing in law school. I chose to enrich my life by taking classes online and tweaking my perspective.

My search over the past several years has unearthed so many treasures. One of them is Insight of the Day. I clear out my other email and save it for last so I can savor the wisdom.

I’ve come to recognize the gift in each moment. I’ve found my way back to joy and happiness. I’ve opened my heart and my mind to the wonder and magic that surrounds me everyday. I embrace each brand new baby day with gratitude and love. When I meet new people and they ask me the inevitable question, “Do you have children”, I answer, “Yes, I do. I have two children. One is an Angel and the other’s a lawyer!”

My daughter’s name is Brittany Hope. I often called her Hope. H.O.P.E is an acronym now for Holding Only Positive Energy and Happy Optimistic Possibilities Everyday!

I say, Hope brought me faith, and faith gives me H.O.P.E.

When I plan a trip for someone, I want him or her to love it. When I cook, I have to come from a loving place or it just won’t taste right. When I listen to a friend, I listen with love. Kellie’s World is a positive, loving place that I feel in my heart.

“Love in your heart wasn’t put there to stay. Love isn’t love until you give it away!”

~Oscar Hammerstein II

I don’t know your story, yet I know you have one, too. We all have challenging times and need evidence that there is light even when you can’t see it. People say, “time heals.” I think what we do with that time is what heals. You are here for a purpose. You are alive, you are loved and you matter. Please have HOPE. If you don’t feel hopeful today, I’ll hold it for you In Kellie’s World. There is happiness ahead. Keep going!

Kellie Bishop

Kellie Bishop lives in Charlottesville, Virginia with her husband and their black lab, Riley. She is a full time travel consultant in her own agency and has given herself the title of Chief Possibility Officer. Kellie is an avid traveler herself and believes travel expands her awareness and compassion. She knows that happiness is an inside job, that life is a gift and there is HOPE for everyone. She shares messages to provoke thought, humor and inspire as well as some of the tools that helped her to heal and find the road back to happiness again. Please visit: www.inkelliesworld.com

Originally published on Insight OfThe Day from Bob Proctor

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