Compilado
por Graciela Sepúlveda
Hace
unos días tuve la oportunidad de ver el documental “La Sal de la Tierra” sobre el
extraordinario fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, quien logra plasmar en
sus imágenes las vidas de los desposeídos del mundo, Salgado se ha ganado fama
por sus fotos crudas de las personas que hacen frente a los efectos de la
pobreza, el hambre, la industrialización y la opresión política. Ha publicado
varios libros y ha recibido premios por su fotoperiodismo con conciencia
social. Increíble su trabajo y su preocupación por el sufrimiento de la
humanidad, y esta vocación la descubrió por casualidad, les compartimos como
inició todo…
Ubicación de Minas Gerais en Brasil |
Sebastião Ribeiro Salgado Jr. nació el 8 de febrero de
1944, en Minas Gerais en Brasil, hijo
de un ganadero se crio en una granja con sus siete hermanas.
Sebastião asistió a la escuela por primera vez en el
pequeño pueblito donde vivía y luego en la ciudad costera de Vitoria. Tra
completar su educación universitaria y ya casado con su esposa Lélia Deluiz
Wanick la pareja se mudó a São Paolo para que Sebastião pudiera cursar su
maestría en Economía. En 1969 cambiaron nuevamente de residencia a París para
realizar su doctorado, donde Lélia estudió arquitectura. Y fue ahí donde por
casualidad descubrió la fotografía, y con ella –lo más importante- su vocación
y propósito de vida. Su esposa se compró una cámara para tomar fotos de
edificios y por primera vez Sebastião miró a través de una lente, y la
fotografía de inmediato comenzó a invadir su vida.
En 1971 se mudaron a Londres donde Sebastião trabajó como
economista en la International Coffee
Organization y comenzó a viajar al continente africano en comisiones para
el Banco Mundial. Ahí realizó sus primeros trabajos fotográficos que fueron la
razón para cambiar, definitivamente, la práctica económica por la fotografía.
Inicialmente colaboró con varias de las agencias fotográficas
más importantes, trabajo que desempeñó desde 1974 hasta el1994, viajando por el
mundo para documentar eventos noticiosos. Su trabajo apareció en los periódicos
y revistas de numerosos países.
La fotografía de Sebastião se ha centrado a menudo en los
efectos de la desigualdad social, la pobreza y la opresión en las personas de
diferentes culturas, y en los efectos de la industrialización en el paisaje
natural.
En 1977, Sebastião comenzó a fotografiar a los campesinos
rurales de América Latina; esta serie fue publicada en 1986 como su primer
libro, “Otras Américas”. Alrededor de
este tiempo, trabajó con la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras en un proyecto que documenta los efectos de
la hambruna en África. Publicó dos libros de estas fotografías, titulado “Sahel: Hombre en apuros” y “Sahel: El final del camino”, y donó las
ganancias de las ventas a Médicos Sin
Fronteras, que es una organización médica y humanitaria internacional que
aporta su ayuda a las víctimas de desastres naturales o humanos y de conflictos
armados, sin ninguna discriminación de raza, sexo, religión, filosofía o
política. Finalmente en 1994 fundó su propia agencia de imagen “Amazonas” junto a su esposa, quien
desde entonces ha sido el cerebro de la misma y Sebastião el artista, se
complementan de manera extraordinaria, su agencia es tal vez la más pequeña del
mundo, y está dedicada exclusivamente a distribuir sus fotografías.
Uno de los ingredientes que dotan a las fotografías,
siempre en blanco y negro, de Sebastião con el esplendor que las caracteriza es
la dilación con la que opera. Salgado no es un fotógrafo de “pisa y corre” que hace imágenes desde
un helicóptero y pasa a la próxima locación. Labora con sosiego. Sus series
suelen tomarle unos siete años de producción en decenas de países. Una de las
razones para esta parsimonia está en su involucramiento con la comunidad. “Nuestra historia es la historia de la
comunidad, no de la individualidad. Ése es el punto de vista de mi fotografía y
el punto de partida de todo mi trabajo,” comenta Sebastião.
Entre 1986 y '92, Sebastião viajó a 23 países para
visitar a los trabajadores manuales en grandes instalaciones industriales y
agrícolas, incluidos los campos de petróleo y la pesca comercial. Esto concluyó
en su libro “Workers” en 1993, que
reveló la humanidad de estos individuos y cómo trabajaban en condiciones muy
duras. Continuó con “Migraciones”,
iniciada en 1993 y publicado como libro en 2000, se centró en grandes grupos de
personas que han inmigrado o han sido reubicadas por la fuerza, sobre todo de
las zonas rurales a las ciudades.
Para “Génesis”,
un proyecto iniciado en 2004 y publicado en 2013, Sebastião volvió su atención
al paisaje y la vida silvestre, los viajes a las partes más remotas del mundo
para fotografiar lugares donde la naturaleza permanece intacta por el
desarrollo humano.
Sebastião Salgado ha recibido numerosos premios por su
fotoperiodismo y dos veces ha sido nombrado Fotógrafo del Año por el Centro
Internacional de Fotografía.
Sebastião es embajador de buena voluntad de UNICEF y
miembro honorario de la Academia de las Artes y las Ciencias.
Él y su esposa, también han colaborado en la restauración
de los bosques tropicales de Brasil, pues cuando el padre de Sebastião le dejó
en herencia su granja, al llegar a ella y ver en la desolación que se
encontraba su esposa le dijo que podían y debían reforestarla, y así lo
hicieron, pueden ver las fotos del antes y después, y así, regresó también la
fauna que había desaparecido en esos lugares, lo que nos devuelve la esperanza
de que depende de nosotros el volver a regenerar nuestra madre tierra, y ahí
mismo fundaron un centro de educación ambiental denominado “Instituto Terra” en 1998.
Sebastião comenta: "Deseo
que cada persona que entra a una de mis exposiciones sea al salir una personas
diferente, creo que toda persona puede ayudar, no necesariamente donando bienes
materiales, sino formando parte del debate, y preocupándose por lo que sucede
en el mundo".
Varias
cosas muy interesantes e inspiradoras encontré en la vida de éxito de Sebastião
Salgado, la vocación que te va a hacer sentir feliz y realizado puede llegar en
cualquier momento y lugar, hay que estar atentos y sobre todo, responder a su
llamado. Muchas veces el trabajo bien hecho y que vale la pena lleva tiempo,
cada libro de Sebastião le llevó entre 7 u 8 años. Y el ver la reforestación que
logró en Brasil con paciencia y mucha dedicación me hizo ver como todo trabajo
florece y vale la pena regresar a la tierra algo de lo mucho que nos ha dado y
mucho de lo que le hemos robado.
Te invitamos a ver el trailer (avance) subtitulado en español de la excelente película LA SAL DE LA TIERRA
Te invitamos a ver el trailer (avance) subtitulado en español de la excelente película LA SAL DE LA TIERRA
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