Tenemos
una historia que contarte…
We have a story to tell...
(Please read this story below the Spanish version)
Apreciando apreciar
Hay una canción que se llama “Thank God for Dirty Dishes” (Gracias a Dios por los platos sucios) y aquí el punto es que si
tienes la suerte de tener bastante comida como para acabar con platos sucios, debes
estar agradecido.
Así que en vez de refunfuñar acerca de los impuestos a tu
propiedad, sé agradecido porque eres dueño de la propiedad. Cuando tienes que
esperar en la fila del banco o estás atorado en el tráfico, simplemente
agradece que tengas dinero en el banco y un coche para conducir.
Tiene sentido, pero eso no significa que sea fácil. Tengo
que admitir que la apreciación no ha sido un atributo natural en mí. En mis
días más ambiciosos cuando yo creía que el exceso no era suficiente, la gratitud
me parecía una forma de rendirse y una estrategia de vida muy pobre. Después de
todo, si estás satisfecho con las cosas como son, nunca harás que mejoren.
Qué lástima que tuve que llegar a los 50 años para que yo
comenzara a apreciar la apreciación. Finalmente empecé a ver que era
irresponsable e irreverente no darme cuenta de la cantidad de cosas por las que
debería sentirme agradecido. También me di cuenta de lo bien que se siente a
reconocer las cosas buenas que tengo.
La verdadera gratitud es mucho más que la cortesía, como dar
las gracias cuando alguien te pasa la sal o transmite buenos deseos; es un
estado psicológico más profundo de genuina gratitud.
Sea que creamos que la buena fortuna que tenemos es el
producto de nuestro propio trabajo y el talento, cosa de la suerte, el azar, o
un regalo de Dios, el hecho es que cada uno de nosotros podría pasar un día
completo identificando todas las cosas que merecen nuestra gratitud.
Según un viejo proverbio: “Quien no aprende el idioma de la gratitud no podrá dialogar con la
felicidad.”
Todavía soy un principiante, pero es cierto; entre más
aprecio, más feliz soy. Esa es una lección que quiero que mis hijos aprendan.
Michael Josephson (10 de diciembre de 1942) es un ex profesor de derecho y
el abogado que fundó la organización no lucrativa Instituto de Ética Joseph y Edna Josephson
situado en Los Ángeles, California, E.U.A. desde donde desarrolla su actividad
como conferenciante y profesor en la materia de ética. El
instituto lleva el nombre de sus padres.
Visita: www.whatwillmatter.com
Adaptación al
Español:
Graciela Sepúlveda
y Andrés Bermea
Publicado originalmente
en Inglés en Insight Of The Day de Bob Proctor.
**************** Here the English
version ****************
Appreciating
Appreciation
There’s a song called
“Thank God for Dirty Dishes” that
makes the point that if you’re lucky to have enough food to make dirty dishes,
you should be grateful.
So instead of
grousing about your property taxes, be thankful you own property. When you have
to wait in line at the bank or are stuck in traffic, just be grateful you have
money in the bank and a car to drive.
It makes sense, but
that doesn’t make it easy.
I have to admit that
appreciation has not been a natural attribute for me. In my more ambitious days
when I believed that excess was not enough, gratitude seemed like a form of
surrender and a very poor life strategy. After all, if you’re satisfied with
the way things are, you’ll never make them better.
What a pity I had to
reach my 50s before I began to appreciate appreciation. I finally began to see
that it was irresponsible and irreverent not to realize how many things I
should feel grateful for. I also came to realize how good it feels to
acknowledge how good I have it.
Real gratitude is
much more than politeness, like saying thank you when someone passes the salt
or conveys good wishes; it’s a deeper psychological state of genuine
thankfulness.
Whether we believe
whatever good fortune we have is the product of our own labor and talents,
random luck, or a gift from God, the fact remains that each of us could spend a
full day identifying all the things that merit gratitude.
According to an old
proverb, “If you never learn the language
of gratitude, you’ll never be on speaking terms with happiness.”
I’m still a beginner,
but it’s true; the more I appreciate, the happier I am. That’s a lesson I want
my children to learn.
Michael Josephson
Michael Josephson
(born December 10, 1942) is a former law professor and attorney who founded the
nonprofit Joseph and Edna Josephson Institute of Ethics located in Los
Angeles, California, out of which he operates as a speaker and lecturer on the
subject of ethics. The institute is named after his parents.
Visit: www.whatwillmatter.com
Originally published
on Insight Of The Day from Bob
Proctor.
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