“La vida no es un espectáculo
deportivo. Si vas a pasar toda tu vida en la tribuna sólo viendo lo que sucede,
en mi opinión, estás desperdiciando tu vida.”
“Life
is not a spectator sport. If you're going to spend your whole life in the
grandstand just watching what goes on, in my opinion you're wasting your life.”
El hombre que venció la adversidad...
Compilado por Graciela Sepúlveda
Aprovechando que hoy
inicia la temporada de las Grandes Ligas de Beisbol quiero compartirles la
biografía de un gran jugador de béisbol, pero sobre todo la de un gran ser
humano, y quien fue pieza clave para que los jugadores negros fueran aceptados
en los equipos deportivos profesionales en los que jugaban sólo blancos, Jackie
siempre luchó por la justicia y porque lo trataran a él y a su gente igual que
a todos los seres humanos, y después de mucho esfuerzo y muchos tragos amargos
lo logró…
Jack Roosevelt (en honor del presidente Roosevelt) Robinson
nació el 31 de enero de 1919 en Cairo, Georgia, Estados Unidos, fue el más
pequeño de cinco hermanos que crecieron con muchas dificultades económicas
junto a su madre, pues su padre los abandonó poco después de que Jackie nació.
Desde pequeño se interesó mucho en los deportes y una gran inspiración para
esto fue su hermano mayor Mathew, quien ganó la medalla de plata en los 200 metros planos en los
juegos Olímpicos de Berlín de 1936, alcanzando la meta justo detrás de Jesse
Owens. Durante sus estudios de High School
fue un excelente atleta y jugador de cuatro deportes: futbol americano, básquetbol, béisbol y atletismo. En 1938 fue
nombrado el jugador más valioso de béisbol de la región, teniendo 19 años.
Su educación universitaria la hizo en la Universidad de
California (UCLA) donde fue el primer estudiante en ganar el reconocimiento “Varsity Letters” en cuatro deportes,
desafortunadamente tuvo que dejar los estudios por problemas económicos, así
que se fue a Hawaii a jugar futbol americano semi-profesional con los Osos de
Honolulu, pero su temporada fue truncada cuando ingresó al ejército para apoyar
a Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.
Sirvió por dos años como segundo teniente hasta que fue
arrestado por resistirse a ocupar los asientos de atrás de un autobús de
soldados blancos, tuvo un altercado con el chofer y lo juzgaron en una corte
marcial, poco después fue absuelto de todo cargo y recibió “Baja con Honores”, podemos empezar a ver su coraje y objeción
moral a la segregación, que más adelante tendrían un gran impacto en las ligas
mayores.
Después de dejar el ejército empezó a jugar béisbol
profesional, por este tiempo (1944) en el deporte había mucho racismo, así que
había liga de jugadores blancos y otra de negros, Jackie jugaba en la liga
negra, pero un día lo mandó llamar el manager de los Dodgers de Brooklyn para invitarlo a jugar con ellos, le dijo que
iba a ser una prueba muy dura convivir con jugadores blancos y que le tenía que
prometer que no iba a pelear cuando lo insultaran por su color, Jackie sabía
que iba a ser muy difícil, pero aceptó. Lo enviaron primero a jugar a Florida
con un equipo filial de los Dodgers,
los Royals de Montreal, todo lo malo
que le habían anticipado se hizo realidad, los jugadores lo insultaban, los
periódicos hablaban muy mal de él, no lo dejaban entrar a los estadios de béisbol,
todo esto lo hería profundamente y sentía ganas de devolver el golpe, pero
recordaba la promesa hecha y mantenía la calma. En su primer juego con los Royals salió a batear y todos las
miradas estaban puestas en él, le temblaban las piernas, sin embargo golpeó la
pelota con todas sus fuerzas y ésta salió volando por el muro más lejano, entonces
se dieron cuenta que era un jugador extraordinario. A pesar de todo el abuso
sufrido tuvo una temporada extraordinaria y esto lo llevó al año siguiente a
las ligas mayores.
Por fin, el 15 de abril de 1947 hizo su debut con los Dodgers de Brooklyn siendo la primera
vez que un jugador afro-americano jugaba en las ligas mayores, sin embargo los
problemas aumentaban, sus compañeros se sentaban lejos de él, el público lo
abucheaba y amenazaba, los pitchers le lanzaban las bolas para golpearlo, los
catchers le escupían, los jugadores que llegaban a primera base donde él jugaba
lo pisaban, pero no perdió la calma y jugó maravillosamente, por soportar todos
estas humillaciones con silencio se ganó el respeto de sus compañeros y
eventualmente, de sus contrincantes.
Fue elegido como el Novato del Año. Sin
embargo, mientras sufría se encontró gente buena en su camino, y un día en que
recibía muchos insultos, su compañero Pee Wee Reese cruzó el campo y puso su
brazo en el hombro de Jackie en gesto amistoso, el mensaje estaba claro, había
jugadores blancos que sabían que Jackie era un gran jugador y querían tenerlo
en el equipo, no les importaba el color de su piel. Es impresionante como la
calma y paciencia tienen su recompensa y que siempre hay gente buena a nuestro
alrededor de la que podemos recibir apoyo cuando más lo necesitamos.
Durante su carrera con los Dodgers, que duró una década, Jackie y su equipo ganaron varias
veces la Liga Nacional y finalmente, en 1955, los ayudó a lograr la gran
victoria: La Serie Mundial. Después de esta victoria ganaron otra Liga Nacional
y la siguiente temporada fue adquirido por los Gigantes de Nueva York, sin embargo, se retiró un mes después, el 5
de enero de 1957, con un impresionante promedio de bateo de .311, un record
admirable en su carrera fue el de 19 robos de home.
Jackie llegó a ser un héroe en los deportes, aun para los
que antes lo criticaban y su éxito en las grandes ligas le abrió la puerta a
otros atletas afro-americanos, también llegó a ser el jugador mejor pagado de
los Dodgers.
Fue el primer afro-americano en ser incluido en el Salón de
la Fama del Béisbol en 1962. En 1972, los Dodgers retiraron el número 42 que
Jackie usaba en su uniforme.
Después de su retiro continuó activo como empresario y en su
trabajo como activista para el cambio social. Trabajó como ejecutivo para el “Chock Full O’Nuts coffee company” y en
una cadena de restaurantes y ayudó a establecer el “Freedom National Bank”. Sirvió en la mesa directiva del NAACP (National Association for de Advancement
of Colored People’s) por 10 años, fue el primer comentarista negro en la ABC television, se encargó de proyectos
para mejorar la vivienda de la gente de color. Trató con personalidades como
Martin Luther King e influenció a presidentes con su actividad, entre ellos
Eisenhower, Kennedy y Nixon.
En sus últimos años continuó presionando para una mayor
integración en los deportes. Murió por problemas cardiacos y complicaciones por
la diabetes el 24 de octubre de 1972. Le sobrevivieron su esposa y tres hijos.
Después de su muerte su esposa fundó la “Jackie
Robinson Foundation” que otorga becas escolares con el objetivo de ayudar a
la juventud necesitada para concederles educación y hacer de ellos ciudadanos
útiles. En vida, Robinson comentó a un periodista deportivo de Nueva Orleans: "No pretendemos nada especial. Solo
pretendemos que nos permitan vivir como viven ustedes, como nuestra
Constitución lo demanda".
En el 2013 se filmó una película sobre la vida de
Jackie Robinson llamada “42” escrita y dirigida por Brian Helgeland, está
protagonizada por Chadwick Boseman como Robinson, Harrison Ford como Branch
Rickey.
Jackie Robinson, definitivamente
un hombre de éxito, que supo hacer de su vida una obra de amor al prójimo, de
paciencia, de perseverancia, de justicia, de lucha por los derechos humanos,
exigiendo solo lo que debía ser.
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