Compilado por Graciela Sepúlveda
Como tantos otros
afroamericanos de la época, el racismo, los prejuicios y el miedo le robaron a
Vivien Theodore Thomas la oportunidad de dar lo mejor de sí, y de utilizar los
dones y talentos con los que Dios lo dotó, y le impidieron recibir los premios
y reconocimientos a los que se hubiera hecho acreedor por su logros
sobresalientes en el campo de la cirugía cardiaca durante la década de 1940...
Vivian Thomas era nieto de esclavos, nació el 29 de agosto
de 1910 en Iberia, Louisiana. Tiempo después su familia se mudó a Nashville,
Tennessee, donde asistió a una escuela pública de segregación racial. A pesar
de que no era lo mejor que podía recibir, Vivien se las arregló para recibir lo
que podría ser considerado una buena educación hasta el nivel de preparatoria.
Después de salir de la escuela, con muy poco dinero a su disposición,
trabajó en el hospital local para ganar suficiente dinero para pagar la
universidad. Desafortunadamente el sistema financiero estadounidense colapsó en
1929 acabando con sus ahorros y con eso, sus ambiciones para asistir a la
escuela de medicina.
Al año siguiente, fue contratado como ayudante de
laboratorio por el Dr. Alfred Blalock, un investigador científico del corazón y
cirujano en la Universidad de Vanderbilt. Aunque el puesto se oía muy elegante,
lo que realmente hacía era limpiar las jaulas y alimentar a los perros que ahí
se mantenían con fines experimentales. Después de hacer sus tareas Vivien leía
con avidez los libros de medicina que pertenecían al laboratorio y después,
practicaban las técnicas quirúrgicas en los perros.
Blalock comenzó a notar que Vivien tenía una extraordinaria
coordinación mano-ojo y también que era
muy inteligente. Por ello empezó a darle poco a poco más responsabilidades
técnicas dentro del laboratorio, dejándolo ahora sí como asistente.
Juntos realizaron numerosos experimentos de laboratorio en
los perros en sus esfuerzos para desarrollar un procedimiento quirúrgico para
corregir el "síndrome del bebé
azul", científicamente conocida como cardiopatía cianótica. Sin
entrenamiento como médico formal, Vivien fue capaz de desarrollar técnicas
quirúrgicas complejas utilizando perros, técnicas e instrumentos quirúrgicos
que todavía se utilizan hoy en día. Con los años, gracias a estas técnicas que
él desarrolló, miles de vidas se han salvado, y después de muchos años se ganó
la reputación dentro de la comunidad médica y científica como un genio con
habilidades quirúrgicas superiores.
En 1940, su trabajo junto con Blalock los colocó a la
vanguardia de la cirugía en América y en 1941 se le ofreció a Blalock un puesto
de Jefe de cirugía en su Alma Mater, el hospital Johns Hopkins. Él aceptó el cargo, pero insistió en que también fuera
empleado Vivien. Vivien recuerda en su autobiografía ("Partners
of the Heart”) que cuando llegó él era el único empleado negro que no
trabajaba como personal de limpieza, y el caminar por el pasillo con su bata
blanca de laboratorio era suficiente para que todos voltearan a verlo.
Dos años más tarde, en 1943 Blalock fue abordado por una cirujana
pediatra, la Dra. Helen Taussig que, en ese momento, estaba buscando
desesperadamente una solución quirúrgica para el “síndrome
del bebé azul”. Según el relato de Vivien Thomas en su autobiografía, ella
sugirió que podría ser posible si los tubos se vuelven a conectar de tal manera
que aumentara el flujo de sangre a los pulmones.
Después de escucharla, Blalock y Thomas se dieron cuenta de
que un par de años antes, mientras estaban todavía en la Universidad de
Vanderbilt, habían trabajado y perfeccionado un procedimiento quirúrgico que
utilizaron con perros y con el que había una gran posibilidad de usarse en los
seres humanos. Thomas convenció a Blalock que el procedimiento no sería
peligroso y que tenía una buena oportunidad de éxito en humanos.
El 29 de noviembre de 1944, la primera operación se llevó a
cabo en una bebé de 18 meses de edad, utilizando un instrumento hecho por
Thomas construido a partir de agujas y pinzas utilizadas en sus experimentos
con perros. Porque él era un afroamericano, no estaba autorizada a operar a una
persona de raza blanca, aunque en realidad era la persona más adecuada para
hacerlo. Blalock insistió en que Vivien estuviera presente en el quirófano
durante la operación e ideó una manera que sirviera a su propósito y así además
quedarse con el crédito. Durante la operación Blalock tenía a Thomas de pie
sobre un taburete mirando por encima de sus hombros, dirigiéndolo en cuanto a
lo que tenía que hacer.
Aunque la bebita finalmente murió, la operación logró
prolongarle la vida por varios meses. Poco después, la misma operación se
realizó en una niña de once años de edad, esta vez con gran éxito, la niña pudo
salir del hospital después de tres semanas. La operación número tres fue a un
niño de seis años de edad, quien recuperó dramáticamente un color saludable
durante la operación. Estos tres casos fueron la base de un articulado en una
de las revistas médicas estadounidenses destacados en que todo el crédito se
les dio a Blalock y Taussig . La contribución de Vivien Thomas ni siquiera fue
digna de mención. Después de un año de la operación, utilizando el instrumento
fabricado por Vivien y sus técnicas quirúrgicas,
se llevaron a cabo, en ese año, más de 200 operaciones y el instrumento
utilizado era conocido universalmente como la fístula de Blalock -Taussig .
A pesar de todo esto, Vivien estaba muy mal pagado, por lo
que era necesario para él trabajar como camarero para llegar a fin de mes.
Algunas de sus actividades como barman eran en las fiestas de casa de Blalock,
donde tenía que servirle a muchos de los estudiantes de medicina, a quienes les
había estado enseñando habilidades y técnicas quirúrgicas en todo el día .
Vivien Thomas se retiró en 1979, quince años después de que Blalock
había muerto de cáncer en 1964, y comenzó a escribir su autobiografía. Vivien
murió de cáncer de páncreas en 1985 a la
edad de 75 años. Después de su muerte, su viuda y madre de sus dos hijos fue
entrevistada por un periodista que trabajaba para el “Washingtonian”. Ella comentaba que a lo largo del tiempo de las
operaciones de “baby blue”, Vivien se
aferró a la idea de que aún era capaz de poder ser calificado como cirujano. Aplicó
en varias universidades donde esperaba que aceptarían todo el trabajo de su
vida en consideración. Todos se negaron, insistiéndole que debía seguir los
mismos estándares requeridos para entrar
a primer año. Al darse cuenta de que esto significaba que no se habría graduado
sino hasta que hubiera cumplido cincuenta años de edad, abandonó la idea.
Vivien perseveró y siguió haciendo lo que a él le apasionaba
a pesar de sufrir con Blalock como quien dice el síndrome de “mujer maltratada” ya que Blalock lo
eligió como pareja en la Universidad de Venderbilt, lo llevó al Johns Hopkins,
pidió que estuviera junto a él en las operaciones, aún en contra de los deseos
de los administradores del hospital, por otro lado era obvio que lo consideraba
inferior pues lo mantuvo con bajos salarios, se negó a reconocerlo
académicamente o a interactuar socialmente con él de igual a igual, por no
hablar de acaparar toda la atención, gloria y elogios que consiguió gracias a
él. Afortunadamente Vivien logró en vida ser reconocido por sus colegas, en
1976 le fue concedido el título honorífico en Derecho por la Universidad Johns
Hopkins, nótese que en derecho, no en medicina, esto permitía al staff y a los
estudiantes llamarle doctor. También en 1976 fue nombrado instructor de cirugía
en la Facultad de Medicina del mismo hospital, después de haber supervisado por
más de 35 años las prácticas de cirugía. Luego de su retiro en 1979 se
convirtió en instructor emérito de cirugía. En julio de 2005, la Escuela de
Medicina Johns Hopkins comenzó la práctica de dividir a los estudiantes de
primer año en cuatro universidades, cada una lleva el nombre de famosos
miembros de la facultad del Hopkins que tuvieron un gran impacto en la historia
de la medicina. Vivien Thomas fue elegido como uno de los cuatro, junto con
Helen Taussig, Florence Sabin, y Daniel Nathans.
Escena de la película |
La historia de Vivien Thomas se conoció en 1989 en un artículo titulado “Something the Lord Made” e inspiró un documental llamado “Partners of the Heart” en el 2003, y
una película llamada precisamente “Something
the Lord Made” en el 2004, ganadora de un Emy y un premio Peabody.
Thomas a jóvenes investigadores desde 1996.
También se instituyó la beca Vivien Thomas para la Ciencia y la Investigación
Médica en 1993, así como algunos otros reconocimientos póstumos.
Vivien Thomas es sin duda un caso de éxito, si entendemos al éxito como "ser feliz con lo que haces". Los méritos y reconocimientos que él recibió tal vez no han sido suficientes, pero cada vez el mundo le hace más justicia. A pesar del medio hostil en que vivió y de haber sido considerado inferior, ahora se sabe que la medicina y muchas vidas salvadas gracias a él, están en deuda con un hombre que amó lo que hacía y vivió para hacerlo.
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