Tenemos una
historia que contarte…
We have a story to tell...
(Please read this story below the Spanish version)
Toma tu remo y
empieza a remar
Mi jefe, dos
compañeros de trabajo y yo nos paramos tras los asientos de plástico duro. Estábamos
en la sección delantera, en la línea de la primera base en el Shea Stadium, hogar de los Mets de Nueva York. Estábamos muy cerca
del diamante, había una red de protección sobre nuestras cabezas. Yo era nuevo
en el área de Nueva York y nunca
había estado en el Shea Stadium .
Estos eran unos asientos de sueño. Mi corazón latía de emoción.
Teníamos
nuestros paraguas en alto. La lluvia golpeaba sobre todo lo que nos rodeaba.
Rebotaba en los asientos y se formaron rápidamente charcos profundos en la
cubierta de protección sobre el terreno.
"Steve ", le pregunté a mi jefe: "¿Cómo conseguiste tan buenos asientos?”
“Fue gracias a Ed, de la oficina. Su
padre es un periodista deportivo ciego y tiene una relación de muchos años con
los Mets y los Yankees."
El juego fue
pospuesto debido a la lluvia. Salimos del estadio decepcionados. En el largo
trayecto en metro de vuelta a Jersey City, me preguntaba sobre el hombre detrás
de los asientos. ¿Cómo puede un hombre
ser ciego y ser un periodista deportivo?
Han pasado años
desde aquella noche lluviosa. Ya de regreso en Canadá, viejo amigos a menudo me
preguntan: "Mike, ¿Has ido ya a algún
partido de béisbol en Nueva York?”
Yo les digo: "He estado en unos cuantos, pero
déjenme decirles acerca de los mejores lugares que he tenido, pero no pude
disfrutar."
Cuando esto sucede,
el recuerdo de esa noche regresa de nuevo. Me pregunto sobre el escritor de deportes
ciego. ¿Cuál era su historia?
Tenía que ser
especial.
Me senté en
mi computadora una noche. Un correo electrónico llegó a la bandeja de entrada.
No reconocí el remite. El asunto decía, "Inspirador
artículo sobre mi padre, Ed Lucas." Sentí curiosidad.
Abrí el
correo electrónico. Era de un señor que me adjuntaba una historia escrita por
Steve Rushin de Sports Illustrated .
Fue una maravillosa lectura sobre un hombre especial. A través del artículo y del
hombre que me lo envió, me enteré de la historia completa. La siguiente es una
sinopsis :
A los doce
años de edad, Ed Lucas corrió a casa al salir de su escuela en Jersey City. Era
el 3 de octubre de 1951. Llegó a tiempo para ver a Bobby Thomson ganar el
banderín de su equipo favorito, los Gigantes de Nueva York.
Después del
partido, Ed salió corriendo a jugar a la pelota con sus amigos. Durante el
juego, fue golpeado entre los ojos por un batazo de línea. La fuerza del golpe
le desprendió ambas retinas, dejando a Ed con una ceguera permanente.
Ed se deprimió.
Su madre, Rosanna , tomó el asunto en sus manos y se llevó a Ed a una tienda para
hombres en Newark, New Jersey.
Allí, ella le
presentó a Phil Rizzuto, un empleado de medio tiempo de la tienda y una
estrella de los Yankees. Phil se hizo amigo de Ed.
Rosanna aún
no había terminado. Ella le escribió al manager de los Gigantes, Leo Durocher,
sobre su hijo. Leo le pidió que trajera a Ed, a lo que se llamaba entonces, el Polo Grounds (Un estadio de beisbol en
Nueva York). El 14 de junio de 1952, el joven Ed se sentó en la Casa Club con
los miembros de los Gigantes. Fue el comienzo de una relación especial.
Ed se
inscribió en la escuela de San José para Ciegos en Jersey City. Las monjas eran
muy exigentes. Ed aprendió a tender su cama y a doblar su ropa. Si se quejaba por
ser ciego y no ser capaz de hacer lo que otros niños hacían, la Hermana Marie
Anthony citaba: "¿No es una pena?
Todos estamos en el mismo barco, Ed. Coge tu remo y empieza a remar".
Ed se
inscribió en la universidad para estudiar la carrera de Comunicación. Trabajó
duro. No conocía otra manera. Las monjas se habían asegurado de eso.
Se graduó en
1962 y se convirtió en un asistente asiduo a las cabinas de prensa del Shea y
Yankee Stadium, donde entrevistaba a los jugadores. Años más tarde, un joven
novato de los Mets, Ron Swoboda, tomó a Ed de la mano. Juntos caminaron por la
zona de seguridad alrededor de la cancha. Ed pasó sus dedos a lo largo de la
pared del outfield. Sus dedos,
sensibles a la lectura Braille, parecían leer la historia del parque. Cada
abolladura, ralladura y astilla que tocaba significaban algo para él.
Más tarde ese
mismo año, Ed se casó. Él y su esposa tuvieron dos hijos - Eddie y Chris. Por
desgracia, a una edad muy joven, su madre les dejó para siempre. Ed tuvo que
criar solo a sus dos hijos. Con la fuerza que aprendió hacía años en el San
José, Ed se dio a la tarea. Les enseñó a sus hijos a ser fuertes.
No era raro
para los dos jóvenes ver a Billy Martin en su casa."Grandes estrellas como Mickey Mantle me decían que mi padre era
su héroe," decía Chris.
Años más
tarde, un amigo fue con Ed y le habló de una enfermera, Allison Pfeifle, cuyo
desprendimiento de retina la había dejado legalmente ciega e incapaz de
continuar con su profesión. Le pidió a Ed que hablara con ella.
Ed y Allison
hablaron por teléfono durante muchos años antes de conocerse en persona. Eran fanáticos
del béisbol y tuvieron su primera cita en el Shea Stadium.
El 10 de
marzo de 2006, en el Yankee Stadium,
Allison salió del dugout hacia el plato de home y se convirtió en la flamante
esposa de Ed.
Con sus dos
hijos al lado, Ed empezó una nueva vida, en un lugar tan querido, y con la
mujer que capturó su corazón.
Ed, ahora de
68 años, fue citado diciendo: "El
béisbol se llevó mi vista, pero también me dio mi vida."
***********************
Me senté en
estado de shock. ¿Podría ser? Le
respondí a Chris y le hablé de los asientos que no pudimos usar aquella noche
lluviosa.
Me lo confirmó,
su padre fue el hombre que nos proveyó de esos asientos que no utilizamos.
Chris me dijo más tarde: "Son la
primera pareja en los 80 años de historia del estadio que tuvieron el honor de
casarse allí."
Por fin supe
la historia. Seguro que valió la pena esperar.
Ed y Allison contraen matrimonio en el Yankee Stadium |
Michael T Smith
Michael vive
en Caldwell , Idaho , con su maravillosa esposa Ginny . Él escribe en su tiempo
libre y está completando una colección de sus cuentos que se llamará, “From My Heart to Yours.” (De mi corazón
el tuyo). Michael escribe historias inspiradoras en su tiempo libre. Para leer
más historias de Michael o ponerse en contacto con él, ir a http://ourecho.com/biography-353-Michael-Timothy-Smith.shtml#stories
Publicada
originalmente en Internet en Insight Of The Day de Bob Proctor
Adaptación al
Español:
Graciela
Sepúlveda y Andrés Bermea
Here the English version…
Pick Up Your Oar And Start Rowing
My boss, two co-workers and I stood behind the hard
plastic seats. We were in the front section, on the first-base line at Shea
Stadium, home of the New York Mets. We were so close to the infield, there was
a protective net over our heads. I was new to the New York City area and had
never been to Shea Stadium. These were dream seats. My heart pounded with
excitement.
We stood with our umbrellas held high. The rain beat
down on everything around us. It bounced off the seats and quickly formed deep
puddles on the cover protecting the field.
"Steve," I
asked my boss, "How did you get such
great seats?"
"They
came from Ed at the office. His dad is a blind sports writer and has a long-
standing relationship with the Mets and Yankees."
The game was called due to rain. We left the stadium
disappointed. On the long subway ride back to Jersey City, I wondered about the
man behind the seats. How could a man be blind and be a sports writer?
Years have passed since that rainy night. Old friends
back in Canada often ask me, "Mike,
have you gone to a baseball game in New York yet?"
I say to them, "I've
been to a few, but let me tell you about the best seats I ever had but couldn't
use."
Whenever this happens, the memory of that night comes
flashing back. I wonder about the blind sports writer. What was his story?
It had to be special.
I sat at my computer one night. An email popped into
my in-box. I didn't recognize the return address. The subject line said, "Inspirational SI article about my dad,
Ed Lucas." I was curious.
I opened the email. It was from a gentleman sending me
a clip of a story written by Steve Rushin for Sports Illustrated. It was a
wonderful read about a special man. Through the article and the man who sent it
to me, I learned the full story. The following is a synopsis:
Twelve-year-old Ed Lucas ran home from his school in
Jersey City. It was October 3, 1951. He arrived in time to see Bobby Thomson
win the pennant for his favorite team, the New York Giants.
After the game, Ed ran out to play ball with his
friends. During the game, Ed was hit between the eyes by a line drive. The
force of the blow detached both retinas, leaving Ed permanently blind.
Ed became depressed. His mother, Rosanna, took matters
into her own hands and took Ed to a Newark, New Jersey men's store.
There, she introduced him to Phil Rizzuto, a part-time
employee of the store and a Yankee star. Phil befriended Ed.
Rosanna wasn't done yet. She wrote the Giants Manager,
Leo Durocher, about her son. Leo asked her to bring Ed to, what was then
called, the Polo Grounds. On June 14, 1952, young Ed sat in the clubhouse with
the members of the Giants. It was the beginning of a special relationship.
Ed enrolled in St. Joseph's School for the Blind in
Jersey City. The nuns were demanding. Ed learned to make his bed and match his
clothes. If he whined about being blind and not being able to do what other
kids could, Sister Anthony Marie was quoted saying, "Isn't that a shame? We're all in the same boat here, Ed. Pick up
your oar and start rowing."
Ed enrolled in university to study communication arts.
He worked hard. He knew no other way. The nuns had made sure of that.
He graduated in 1962 and became a regular in the Shea
and Yankee Stadium press boxes, where he interviewed the players. Years later,
a young Mets rookie, Ron Swoboda, took Ed by the hand. Together they walked the
warning track around the field. Ed traced his fingers along the outfield wall.
His fingers, sensitive to reading Braille, seemed to read the history of the
park. Every dent, scratch and chip he touched meant something to him.
Later that year, Ed married. He and his wife had two
sons - Eddie and Chris. Sadly, at a very young age, their mother left forever.
Ed had to raise his two sons alone. With the strength he learned years ago at
St. Joseph's, Ed took on the task. He taught his sons to be strong.
It was not uncommon for the two young boys to see Billy
Martin in their home. "Huge stars
like Mickey Mantle would tell me my dad was their hero," Chris was
quoted as saying.
Years later, a friend came to Ed and told him about a
nurse, Allison Pfeifle, whose detached retina left her legally blind and unable
to continue her profession. He asked Ed to speak to her.
Ed and Allison talked on the phone for many years
before meeting in person. They were baseball fanatics and spent their first
date at Shea Stadium.
On March 10, 2006, at Yankee Stadium, Allison walked
from the dugout to home plate and became Ed's new bride.
With his two sons at his side, Ed started a new life,
at the place he holds so dear, and with the woman who captured his heart.
Ed, now 68, was quoted saying, "Baseball took my sight, but it also gave me my life."
***********************
I sat in shock. Could it be? I mailed Chris back and
told him about the seats we couldn't use that rainy night.
He confirmed, his father was the man who provided
those unused seats. Chris told me later, "They
are the first couple in the 80 year history of the stadium to have the honor of
marrying there."
I finally knew the story. It was sure worth waiting
for.
Ed and Allison get married at Yankee Stadium |
Michael T Smith
Michael lives in Caldwell, Idaho with his wonderful
wife Ginny. He writes in his spare time and is completing a collection of his
stories to be called, “From My Heart to
Yours.” Michael writes inspirational stories in his spare time. To read
more of Michael's stories or to contact him, go to http://ourecho.com/biography-353-Michael-Timothy-Smith.shtml#stories
Originally published on Insight Of The Day from BobProctor
No hay comentarios.:
Publicar un comentario