El peligro más grande
de nuestro futuro es la apatía.
Jane
Goodall
Compilado por Graciela
Sepúlveda
Con todo el movimiento
que hay actualmente para la protección de los animales, quise compartirles la
semblanza de una extraordinaria mujer preocupada por todo lo que tiene vida,
principalmente por los animales, y cómo su paciencia, su poder de observación y
su tenacidad la llevaron a tener una vida llena de realizaciones en lo que ella
más quería…
Valerie Jane Morris-Goodall nació en Londres el 3 de abril
de 1934. Jane amaba a los animales desde
que era muy pequeñita. Cuando tenía poco más de un año de edad, su padre le
regaló un chimpancé de juguete que llamó Jubilee. Llevaba a Jubilee con ella a
todas partes. Hoy en día, más de 73 años después, Jubilee - ahora completamente
calvo de tantos abrazos – está sentado en el tocador de Jane en Inglaterra.
"Más allá del
Jubilee, he estado fascinada por los animales vivos desde que aprendí a
gatear", dice Jane. "Uno de
mis primeros recuerdos es el día en que me escondí en un pequeño gallinero
tapada con el fin de ver cómo una gallina ponía un huevo. Salí después de
aproximadamente cinco horas. Toda la familia me había estado buscando durante
horas, y mi madre, incluso había llamado a la policía para reportar que me
había perdido".
Pero cuando la madre de Jane vio la emoción que tenía
en su carita, no la regañó, sino que se sentó y la escuchó contar la
maravillosa historia de cómo una gallina pone un huevo.
Cuando su padre se fue a la guerra, ella, su hermana y su
mamá se mudaron con su abuela y sus tías a Bournemouth, donde se quedaron
cuando sus padres se divorciaron después de que terminó la guerra.
Jane era una lectora precoz que leía todo lo que podía sobre
los animales salvajes y sobre África. Le iba bien en la escuela sin embargo, incapaz
de pagar una educación universitaria, se mudó a Londres después de la escuela
para trabajar como secretaria en una compañía de cine documental, sin embargo,
el sueño de Jane de vivir en África y ver y escribir sobre los animales estaba
siempre presente, su madre la animaba diciéndole que podría hacer sus sueños realidad
si trabajaba duro y creía en sí misma. Cuando surgió la oportunidad de visitar
a la familia de una amiga en Kenia, regresó a Bournemouth y trabajó como
camarera en un hotel local, viviendo con su familia para ahorrar dinero para su
viaje.
Jane tenía 23 años cuando llegó a África, estaba feliz, pero
el acontecimiento más importante de su estancia en África fue conocer al Dr.
Louis S.B. Leakey, famoso antropólogo y paleontólogo. El Dr. Leakey contrató a
Jane como su asistente y secretaria del Museo Coryndon, pero en sus planes
estaba el buscar a alguien para ir a Tanzania a estudiar a los chimpancés allá.
No se sabía mucho acerca de los chimpancés salvajes en ese momento, así que su
estudio sería fascinante y les podría dar alguna pista sobre nuestra evolución
humana. Louis vio que Jane tenía mucha energía, era hábil y paciente, y por
supuesto, estaba muy interesada en los animales salvajes. Decidió que era la
persona indicada para hacer su estudio. Jane accedió inmediatamente y aceptó el
trabajo, y Louis se puso a buscar el financiamiento.
Lago Tanganica en Tanganica |
En el verano de 1960 Jane llegó a las orillas del Lago Tanganica
en Tanganica (que más tarde sería Tanzania) a la Reserva Gombe en África del
Este. El gobierno británico que controlaba este país insistió que Jane llevara
compañía, así que su madre compartió la aventura con ella por un par de meses.
Al principio los chimpancés de Gombe huían cuando veían a
Jane. Pero ella era muy persistente, los observaba de lejos con binoculares, y
gradualmente los chimpancés le permitieron acercarse. Hizo descubrimientos muy
importantes como que los chimpancés eran capaces de hacer y utilizar
herramientas con ramas para por ejemplo pescar termitas de un montículo de
termitas, también se vino abajo la creencia de que eran solamente vegetarianos
al verlos Jane como cazaban y comían cerdos salvajes y otros pequeños animales.
Después de estos descubrimientos National
Geographic decidió patrocinar los trabajos de Jane y envió a un fotógrafo y
cineasta, Hugo van Lawick, para documentar la vida de Jane en Gombe, durante su
trabajo se enamoraron y en 1964 se casaron.
National
Geographic produjo artículos de revistas y especiales de televisión sobre
Jane y mucha gente fue a conocer sobre su trabajo, pero para que fuera tomada
en serio por los científicos, necesitaba tener un doctorado, y en 1962 ingresó
a la Universidad de Cambridge, siendo una de las pocas personas que fue
admitida sin tener estudios universitarios. Algunos compañeros y maestros la
criticaban por darles nombre a los chimpancés, hubiera sido más científico
darles números, según ellos, pero Jane
se defendía diciendo que los chimpancés tienen emociones, inteligencia y
personalidad. Obtuvo su doctorado en Etología (estudio de la conducta de los
animales) en 1966.
El hijo de Jane y Van Lewick, Hugo, nació en 1967, y ella,
siguiendo el ejemplo de los chimpancés más bien adaptados que había observado,
se mantuvo en contacto permanentemente con su hijo durante los primeros tres
años de su vida. Durante gran parte de los años 70 promovió lecciones de
primatología para el éxito en la crianza de los niños. Jane Goodall y Hugo van
Lawick se divorciaron en 1974, pero se mantuvieron en buenos términos para el
resto de la vida de Van Lawick.
En la década de los 70´s, Jane comenzó a observar un lado
más oscuro de la vida del chimpancé, incluyendo una guerra de cuatro años entre
dos bandos de chimpancés, marcada por la barbarie y actos de canibalismo
extremo. Su investigación de campo sugiere que la conducta agresiva y belicosa
de los seres humanos está profundamente arraigada en nuestros ancestros
primates.
Y aunque los chimpancés pueden ser capaces de una gran
crueldad, también tienen grandes muestras de cooperación, afecto, felicidad y a
veces incluso de ayuda entre ellos por el simple hecho de ayudar, sin obtener
una recompensa. Cuenta Jane que en 1987 el pequeño Mel quedó huérfano y sin
hermanos que cuidaran de él, y lo que les
sorprendió a ella y su equipo fue que un adolescente llamado Spindle lo adoptó,
compartía con él su nido y su comida, y lo dejaba montarse en su espalda e
incluso lo defendía cuando los mayores se portaban agresivamente, no cabe duda
de que Spindle le salvó la vida a Mel.
En 1965, Jane y Hugo fundaron el Centro de Investigación
Gombe Stream, donde estudiantes de posgrado y otros podían acudir y ayudar con
las observaciones de los chimpancés. El Centro se convirtió en un lugar donde
los estudiantes pueden aprender acerca de los chimpancés salvajes y cómo
estudiarlos. El Centro sigue entrenando primatólogos hasta nuestros días. Jane
visita Gombe cada año y está muy involucrada en la investigación, pero ya no lo
hace diariamente, esto lo realiza un equipo experto de investigadores y
asistentes, muchos de ellos de Tanzania.
En 1977, Jane Goodall fundó el Instituto Jane
Goodall para la Investigación, Educación y Conservación de la Vida
Silvestre. Mientras que el Instituto se centró inicialmente en el apoyo a la
investigación de campo continuo en chimpancés salvajes, su trabajo se ha
expandido para promover la protección del medio ambiente para todos los seres
vivos. El Instituto Goodall tiene 19
oficinas en todo el mundo. Más tarde fundó un programa para jóvenes, Roots & Shoots, que ahora opera en más de 100 países y que
ayuda a los jóvenes a aprender acerca de los problemas del mundo y de sus
comunidades y luego tomar la acción necesaria hacia la solución de esos
problemas. Los jóvenes le dan a Jane una gran esperanza para el futuro. A ella
le encanta hablar con los niños de Roots
& Shoots y otros jóvenes sobre el trabajo que están haciendo para
cambiar el mundo y los motiva a usar su vida para tratar de hacer del mundo un
mejor lugar para los humanos, los animales y la naturaleza.
La Dra. Jane Goodall ha compartido sus hallazgos con el público
en general en una serie de libros de fácil lectura y muchos filmes, y ha
recibido numerosos reconocimientos internacionales.
La Dra. Jane Goodall, una mujer exitosa que desde muy
pequeña encontró su vocación, y que la vida la fue llevando para poder realizarse
en ella, yo pensé que viviendo con chimpancés se iba a quedar soltera, y llegó
su príncipe azul hasta donde ella estaba, no cabe duda lo maravillosa que es la
vida, y que cada momento nos demuestra que todo pasa por algo y para algo, que
no debemos preocuparnos, pues todo es para un bien mayor y que cuando queremos
algo, lo podemos lograr con trabajo, dedicación, paciencia y perseverancia.
Entrevista a la Dra. Jane Goodall
La Revista Time le pregunta a la Dra. Jane Goodall
Jane Goodall en 60 Minutos
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