Tenemos una historia
que contarte…
We have a story to tell...
(Please read this
story below the Spanish version)
El Poder de Tu Mente
En 1980 varios médicos
me diagnosticaron en Toronto, Canadá, una enfermedad rara llamada trastorno de
hipersensibilidad al medio ambiente, también llamada la enfermedad del siglo
20.
Me había convertido en
alérgico a todo lo que comía, tocaba o inhalaba. Por 4 años viví en una habitación
vacía que estaba forrada con papel de aluminio, dormía en una cama de metal (no
de madera), con mantas de aluminio y la mayoría de las veces, mantenía mis
manos en una caja de cristal. Tenía 20 profesionales de la salud que me decían
que debido a mi grave sensibilidad, no veían cómo iba a ser capaz de volver a
trabajar. Ahora bien, en ese momento, no sabiendo lo que sé ahora, yo les creí.
Estaba en el fondo, deprimido y quebrado.
Una tarde, en 1984, escuché
a Bob Proctor en la radio CFRB
promover un seminario que estaba dando en el Triumph Hotel en Toronto. Lo escuché decir algo que cambió mi vida.
Le dijo al conductor del programa, "Lo
que la mente puede ver - la mente lo puede creer - la mente lo puede lograr."
Fue como una luz que se encendió en mi cabeza. Me puse a pensar que si mi mente
tenía a mi cuerpo en esta situación, entonces tal vez mi mente podía sacarme de
ahí. Me di cuenta que tenía que hablar con el propio Bob. Llamé a su oficina y
en pocos minutos me regresó la llamada. Hablamos un rato sobre mi situación. Él
sugirió que asistiera a su seminario el jueves por la noche. Le dije: "Bob, no entiendes, no puedo salir a
lugares concurridos por todas las fragancias y el humo". (Yo estaba
tan sensible en ese momento que el agua hacía que mi lengua se agrietara y
sangrara). Bob dijo: "No, tú eres
quien no entiendes. Espero verte en mi seminario el jueves". Colgamos
y me dije a mí mismo que tenía que ver a este hombre. Llamé a su oficina y
reservé un boleto que no podía pagar, así que lo cargué en mi tarjeta de
crédito.
Fui al seminario, dejé
mi oxígeno en el coche, entré pareciendo un hombre sano y me senté en la parte
trasera del auditorio, lejos de la multitud. Al sentarme y escuchar a Bob esa
noche, me di cuenta de que el cuerpo es un instrumento de la mente y que podría
re-crear mi mundo cuando empezara a creerlo. Al día siguiente empecé a hacer
importantes visualizaciones, afirmaciones, y escribí una tarjeta con mi objetivo,
la cual llevaba conmigo y coloqué 8 copias de la misma en diferentes lugares de
mi casa y mi coche, donde las podía ver de día y de noche. Bob dijo en su
seminario que cambiar tu vida es simple,
pero no es fácil. Conlleva un gran re-entrenamiento de la mente, estudio y disciplina,
para no permitir que las circunstancias presentes de mi vida afecten la manera
en la que yo estoy sintiendo, pensando y actuando.
Pasado un tiempo, mi
salud y mi vida empezaron a cambiar y ya era capaz de volver a laborar. Trabajé
como Director de Educación en una universidad
privada en Toronto durante los siguientes 17 años. Acabé teniendo 4,000
estudiantes que viajaron de más de 12 países para asistir a mis clases. Usé una
gran cantidad de lo que Bob Proctor me había enseñado y compartí esta maravillosa
información con mis alumnos. Ahora, muchos años después, estoy jubilado y tengo
muy buena salud. A los 64 años, siento y actúo como si tuviera 24 años. Mi
esposa y yo pasamos la mayoría de nuestro tiempo paseando en nuestra
motocicleta Harley Davidson y disfrutando de nuestra vida juntos. Ahora hago
mis propios seminarios de desarrollo motivacional personal en el área de
Toronto. Trabajo con un montón de clubes de artes marciales, de esa manera
puedo tener a los estudiantes adolescentes y a sus padres juntos en mi
seminario, y así le llego a todos al mismo tiempo.
Le he agradecido a Bob
varias veces por la forma en que cambió mi vida, Él siempre respondió: "Yo enseño a mucha gente a cambiar su
vida, tu tomaste esta información y la aplicaste. Cambiaste tu vida. Siempre
fue un trabajo desde dentro”.
Siempre estaré
agradecido con Bob y estoy agradecido porque lo atraje a mi mundo. Para
cualquiera que esté leyendo esto, por favor entiendan que también pueden re-crear
su mundo cuando lo ven con claridad en su mente y creerlo y esperarlo en su
corazón.
Así que gracias de
nuevo al Sr. Bob Proctor.
De mi mente a tu
mente,
Bob Ross
Adaptación al Español:
Graciela Sepúlveda y
Andrés Bermea
Here the English version…
The Power of Your Mind
In 1980 I was diagnosed by several doctors
in Toronto, Canada with a rare illness called environment hypersensitivity
disorder, also called 20th Century Disease.
I had become allergic to everything I ate, touched,
or breathed. For 4 years I lived in a bare room that was lined with tin foil,
slept in a metal bed (no wood), aluminum blankets and at most times, I kept my
hands in a glass box. I had 20 health care professionals tell me that due to my
severe sensitivities, they couldn't see how I would ever be able to work again.
Now, at that time, not knowing what I know now, I believed them. I was rock
bottom, depressed and broke.
One afternoon in 1984, I heard Bob Proctor
on CFRB radio promoting a seminar he
was doing at the Triumph Hotel in
Toronto. I heard him say something that changed my life. He said to the radio
host, "What the mind can see - the
mind can believe - the mind can achieve". It was like a light came on
in my head. I started to think if my mind got my body in this situation, then
maybe the mind can get me out of it. I realized I had to talk to Bob himself. I
called his office and within a few minutes he called me back. We talked for a
while about my situation. He suggested I come out to his Thursday evening
seminar. I said, "Bob, you don't
understand, I can't go out in crowds because of all the fragrances and
smoke". (I was so sensitive at that time that water would make my
tongue crack and bleed). Bob said, "No,
you don't understand. I hope to meet you at my sem inar on Thursday".
We hung up and I said to myself I have to see this man. I called his office and
booked a ticket I couldn't afford, so I put it on my Visa card.
I went to the seminar; I left my oxygen in
my car, walked in looking like a healthy man and sat at the back of the room,
away from the crowd. Sitting and listening to Bob that evening, I realized that
the body is an instrument of the mind and I could re-create my world when I
started to believe it. The next day I started some serious visualization,
affirmations, and wrote out a goal card I carried with me and placed 8 copies
of it in different places in my home and car, where I could see it day and
night. Bob said in his seminar that to change your life its simple, but it's
not easy. It took a lot of re-training my mind, study and discipline, to not
allow the present circumstances in my life affect the way I was feeling,
thinking and acting.
Over a period of time, my health and life
started to change and I was able to return back to work. I worked as the
Director of Education at the private career college in Toronto for the next 17
years. I ended up having 4,000 students who travelled from over 12 countries to
attend my classes. I used a lot of what Bob Proctor had taught me and shared
this amazing information with my students. Now, many years later, I am retired
and I'm in great health. I'm now 64 years old, I feel and act like I'm 24 years
old. My wife and I spend most of our time riding around on our Harley Davidson and are enjoying our
life together. I now do my own personal development-motivational seminars in
the Toronto area. I work with a lot of martial arts clubs, that way I get the
teenage students and their parents in my seminar together, this way I get them
all on the same page at the same time.
I have thanked Bob several times for how he
changed my life, He always replied back, "I
show lots of people how to change their life; you took this information and
applied it. You changed your life. It was always an inside job."
I will always be grateful to Bob and I am
thankful I attracted him into my world. To anyone who is reading this, please
understand you also can re-create your world when you see it clearly in your
mind and believe and expect it in your heart.
So thanks again Mr. Bob Proctor.
From my mind to your mind,
Bob Ross
No hay comentarios.:
Publicar un comentario