"Cree en ti mismo y
llegará un día en que los demás no tendrán más remedio que creer en ti."
“Believe in yourself and there will come a day when
others will have no choice but to believe with you.”
Cynthia tiene una historia que contarte…
Cynthia has a story to tell .....
(Please read this story below the Spanish
version)
El regalo perfecto que
no puedes esperar para dar.
La idea viene a ti
como un rayo. ¡Ajá, eso es! Es el regalo perfecto. Es reflexivo y personal y le
traerá mucha alegría a la otra persona. Imagina su cara cuando lo abra, la
sonrisa, los ojos sorprendidos y encantados y tal vez un par de lágrimas. Es la
clase de alegría compartida que deseas experimentar en persona. Simplemente no
puedes esperar para darlo.
¿Alguna vez has dado ese
regalo perfecto? ¿Alguna vez has experimentado la felicidad y emoción que viene
con él? Esta alegría no está relacionada con ningún reconocimiento o elogio que
pudieras recibir a cambio. Viene desde lo más profundo dentro de ti - de tu
deseo de llevar alegría a los demás.
Mi regalo perfecto
nació cuando di un gran salto de fe y sin inmutarme seguí mi vocación. Yo había
estado hablando, enseñando y orientando sobre cómo ser imparable por más de una
década, mientras que una pasión más profunda había ido evolucionando. Había
estado involucrada en muchas actividades filantrópicas a lo largo de los
últimos años que me brindaron alegría. Pero en el último par de años, un
profundo llamando surgió.
Algo atrapó mi corazón
como nunca. En mis viajes a países subdesarrollados, fui testigo de que muchos niños
y sus familias apenas sobrevivían, y vivían sin esperanza de un futuro mejor.
También vi algunas comunidades donde los niños tenían una escuela a donde ir,
pero no eran más que chozas hechas de ramas, excremento y piso de tierra. Estos
niños literalmente corrían a estas cabañas con mucho gusto por la oportunidad
de aprender y tener la esperanza de un futuro mejor. El hecho de que 120
millones de niños, 30% de los cuales viven en África, nunca pondrán un pie en
un salón de clases era algo que me obsesionaba.
Me sentí llamada a
hacer algo para apoyar a estos niños y sus comunidades, empecé a investigar y
descubrí que no hay una fórmula mágica para eliminar la pobreza. Pero si había
algo parecido a la magia, que sería la educación primaria universal. La educación
tiene un impacto mayor que cualquier otra forma de ayuda que podamos dar. Los
estudios demuestran que por cada año de educación que recibe un niño, las tasas
de VIH (SIDA) bajan, el embarazo precoz disminuye y el potencial de ganancias
aumenta. Sólo aprendiendo a leer y escribir 171 millones de personas podrían
salir de la pobreza.
Con esa información,
me inspiré para crear mi primer proyecto. En 2008, decidí convertir mi
cumpleaños en un evento de recaudación
de fondos e invité a todos los que conocía a mi fiesta para que me ayudaran con
esta misión. Esa noche fue verdaderamente mágica para todos los que asistieron
y se recaudaron $ 80,000 dólares lo que ayudó a financiar dos escuelas en
Uganda, en colaboración con Vivian Glyck, fundadora de Just Like My Child Foundation.
¡Esa noche quedé
enganchada! Pensé que si pude conseguir el dinero para construir dos escuelas
en una sola noche, ¿qué podía hacer si realmente ponía toda mi concentración en
eso? Ahora se convertía en una pasión en forma para mí.
Los siguientes dos
años, compartí esta misión prácticamente con todo el mundo con el que tropezaba
y recaudamos dinero suficiente para construir 11 escuelas en África y educar a
unos cuantos miles de niños. Mientras estaba profundamente agradecida por lo
que habíamos podido hacer hasta ahora, me sentí obligada a hacer más.
El verano pasado, fui
a mi cuarto viaje a África y visité las comunidades con las que estaba cooperando.
Cuando llegué, no me di cuenta de que estaba a punto de recibir el regalo
perfecto.
Fuimos recibidos por
toda la comunidad. Había cientos de personas que se alineaban en las calles
esperando durante horas bajo el sol nuestra llegada. A medida que nos dirigimos
por la carretera llena de baches y polvo, fuimos recibidos por las mamás y sus
hijos que estaban cantando y bailando. Los ancianos de la comunidad y los
padres habían recorrido muchos kilómetros para darnos la bienvenida, a mí y al
grupo de benefactores que me acompañaron en este viaje, y darnos las gracias
por nuestra asociación. Fue una gran celebración con una ceremonia de corte de
listón frente a una de las escuelas que habíamos fundado, y me uní a las
mujeres bailando en nuestro camino hacia el edificio que representaba una
esperanza para esta comunidad. En ese momento, me estaban dando el regalo
perfecto. Sus sonrisas de gratitud y corazones abiertos eran los regalos más
preciados que jamás había recibido.
Cuando llegué a casa
de ese viaje ya sabía lo que tenía que hacer. Ya no podía participar en este
increíble trabajo solo parcialmente. Tenía en cuenta que estaba soltera, sin
apoyo financiero procedente de otras fuentes, más que mi propio negocio. Mis
cursos de coaching y pláticas eran mi
fuente principal de ingresos y si no estuviera haciendo las dos cosas, no
tendría suficiente dinero para mantenerme. Aunque la idea de dejar la seguridad
de mi negocio me petrificó, llamé a mis compañeros y les dije que dejaría de hacer
lo de siempre y que ahora enfocaría el 100% de mi energía en mi misión.
Dejando atrás mi
negocio, me encontré con mi primer proyecto. Me gustaría aprovechar las
relaciones que ya tenía e invitar a líderes en el desarrollo personal, negocios
y marketing mundial por internet a hacer algo que nunca se había hecho antes. Les pediría que donaran gratuitamente sus programas
más vendidos para mi fundación, - algunos actualmente se venden por cientos e
incluso miles de dólares - para generar donaciones que ayudaran a educar a los
niños.
Así es como nació GiveALittleGetALot.com. Mi objetivo era
crear una nueva forma de financiamiento para esta importante misión que iba más
allá de simplemente pedir donativos - Yo quería que fuera una campaña que
tangiblemente premiara al donante y al receptor.
Eché a andar una
estrategia conjunta y ¡a llamar por teléfono! Mis mentores me animaron a llamar
por lo menos a tres personas cada día para solicitar apoyo con cualquier aportación
con que pudieran contribuir. Incluso si su respuesta era "no", estaba
bien. Lo más importante era estar en acción constante.
Al compartir mi visión
con profunda convicción, la gente comenzó a sentirse atraída por ella. Los
especialistas estaban dispuestos a donar sus maravillosos productos a la causa
y los amigos se acercaban a contribuir para ayudar a financiar la puesta en
marcha. Incluso tengo un benefactor que donó dinero para la campaña. Todos
estos pequeños (y grandes) milagros empezaron a ocurrir porque tuve el valor de
dar el primer paso.
En el momento en que
estaba lista para lanzar GiveALittleGetALot.com
el 30 de noviembre de 2010, ya tenía 30 autores y especialistas de los más
vendidos donando sus productos, que actualmente se venden por cientos (incluso
miles) de dólares cada uno - de forma gratuita - ofreciendo una pequeña
donación para educar un niño!
Si alguna vez has
tenido miedo o ansiedad acerca de lo que se necesitaría para seguir tu pasión,
espero que mi historia te anime a dar los primeros pasos. No necesitas saber
cómo vas a ser apoyado. Al conectarte con un llamado divino, que es más grande
que tú, los milagros te estarán esperando.
Mi deseo es que
experimentes la alegría de dar el regalo perfecto en estas próximas fiestas.
Una manera de dar los primeros pasos es ir a GiveALittleGetALot.com y registrarte.
Tendrás la oportunidad no sólo de darte el don de herramientas educativas que
pueden cambiar tu vida, sino que recibirás el regalo de saber que has
transformado la vida de un niño para siempre.
Cynthia Kersey
Chief Humanitarian Officer
Publicada
originalmente en Internet en Insight
Of The Day de Bob Proctor
Adaptación al Español: Graciela Sepúlveda; Andrés Bermea
Nota: Al parecer hubo
un conflicto con el dominio GiveALittleGetALot.com
Puedes visitar estos
sitios web:
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Here the English version:
The Perfect Gift You Can't Wait to Give
The idea comes to you like a lightning
bolt. A-ha, that's it! It's the perfect gift. It is thoughtful and personal and
it will bring great joy to the other person. You can imagine their face when
they open it; the big smile, the surprised and delighted eyes and perhaps a
tear or two. It's the kind of shared joy you want to experience in person. You
just can't wait to give it.
Have you ever given that perfect gift? Have
you ever experienced the sheer bliss and excitement that comes with it? Your
delight is unrelated to any acknowledgement or accolades you might receive in
return. It comes from deep inside you - from your desire to bring joy to
others.
My perfect gift was birthed when I took a
huge leap of faith and unabashedly followed my calling. I had been speaking,
teaching and coaching people on how to be unstoppable for over a decade while a
deeper passion had been evolving. I had been involved in many philanthropic
endeavors throughout the past years that brought me sheer joy. But over the
last couple of years, a deeper calling emerged.
Something captured my heart like never
before. In my travels to undeveloped countries, I witnessed children and their
families barely surviving and living without hope of a better future. I also
saw a few communities where the children actually had a school to go to, but
they were nothing more than shacks made of sticks, dung and dirt floors. These
children literally ran to these huts in pure delight for the opportunity to
learn and have hope for a better future. The fact that 120 million children,
30% of whom live in Africa, will never step foot into a classroom was something
that haunted me.
Feeling called to do something to support
these children and their communities, I started to do research and found that
there is no magic bullet to eliminate poverty. But if there was something close
to magic, it would be universal primary education.
Education has a larger impact than any
other form of help or aid we can give. Studies show that for every year of
education a child receives, HIV rates go down, early pregnancy rates decrease
and earning potential increases. Just by learning to read and write 171 million
people could be lifted out of poverty.
With that information, I got inspired to
create my first project. In 2008, I decided to turn my birthday into a
fund-raiser and invited everyone I knew to a party to help me with this
mission. That evening was truly magical for all who attended and we raised
$80,000 that helped fund two schools in Uganda in partnership with Vivian
Glyck, Founder of Just Like My Child
Foundation.
That night I got hooked! I thought if I
could raise the money to build two schools in one night, what could I do if I
really put my mind to it? It was now a full-blown passion of mine.
The following two years, I shared this
mission with virtually everyone I encountered and have raised enough money to
build 11 schools in Africa and educate a few thousand children. While I was
deeply grateful for what we had been able to do so far, I was compelled to do
more.
This past summer, I went on my fourth trip
to Africa and visited the communities we were in partnership with. When I
arrived, I was unaware that I was about to receive the perfect gift.
We were met by the entire community. There
were hundreds of people who had lined the streets, waiting for hours in the sun
for our arrival. As we made our way down the bumpy and dusty road, we were
greeted by the mamas and their children who were singing and dancing. Elders of
the community and parents had come for miles to welcome me and the group of
donors who joined me in this trip to thank us for our partnership. It was a
huge celebration with a ribbon cutting ceremony in front of one of the school's
we had funded and I joined the women as we danced our way into the building
that represented such hope for this community.
In that moment, they were giving me the
perfect gift. Their smiles of gratitude and open hearts were the most treasured
gifts I had ever received.
When I came home from that trip I knew what
I had to do. I could no longer participate in this amazing work on a part-time
basis. Now keep in mind, I was single with no financial support coming from any
other sources but my own business. My live coaching courses and speaking
engagements were my primary source of income and if I weren't doing both, I
wasn't bringing in enough money to support myself. While the idea of leaving
the security of my business petrified me, I called my associates and said it
would no longer be business as usual and that I was now focusing 100% of my
energy on my mission.
Leaving my business behind, I came up with
my first project. I would leverage the relationships I already had and invite
leaders in the personal development, business, and internet marketing world to
do something that's never been done before. I would ask them to donate their best-selling
programs to my foundation for free - some currently selling for hundreds and
even thousands of dollars - to generate donations to help educate children.
That's how GiveALittleGetALot.com was born. My goal was to create a new way of
funding this important mission that went beyond just asking for donations - I
wanted it to be a campaign that tangibly rewarded the giver and the receiver.
I put a strategy together and hit the
phones. My mentors encouraged me to call at least three people each day to ask
them for support in whatever capacity they could contribute. Even if their
answer was 'no' that was okay. What was more important was getting into
consistent action.
As I shared my vision with deep conviction,
people started stepping up. Experts were happy to donate their amazing products
to the cause and friends stepped up to contribute to help fund the launch. I
even got a sponsor who donated money for the campaign. All of these small (and
large) miracles began to happen because I had the courage to take the first
step.
By the time I was ready to launch GiveALittleGetALot.com on November 30,
2010, I had 30 bestselling authors and experts donating products that they were
currently selling for hundreds (even thousands) of dollars each - for free -
for a small donation to educate a child!
If you have ever had fear or anxiety about
what it would take to follow your passion, I hope that my story will encourage
you to take your first steps. You don't need to know how it will all work out,
you only need to have faith that when you are committed, you will be supported.
As you connect with a Divine calling that is bigger than yourself, miracles
await you.
My wish is for you to experience the joy of
giving the perfect gift this holiday season. One way to take your first steps
is to go to GiveALittleGetALot.com and register. You will have an opportunity to
not only give yourself the gift of educational tools that can change your life,
but you'll receive the gift of knowing that you've transformed the life of a
child forever.
Cynthia Kersey
Chief Humanitarian Officer
Published on Insight Of
The Day from Bob Proctor
Note: Apparently there was a conflict with
the domain GiveALittleGetALot.com. You can visit instead:
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